“Maxi” y “Mary” del Bachillerato Popular Carlos Fuentealba y Guadalupe Ledesma de Patria Grande, visitaron el estudio de Punto Tres FM en el programa Desde Lejos No se Ve para conversar acerca de las necesidades del Barrio Ameghino y cómo la desidia estatal llega hasta la muerte.
Por Diego Cirilli.
“Durante el 2017 hemos salido al barrio a investigar en el barrio, a ver, a tratar de desnaturalizar. Durante todo el ciclo lectivo trabajamos en este proyecto de poder problematizar respecto de las condiciones del barrio. Y ahí es que los vecinos y las vecinas, que son nuestros estudiantes, se han visto personas olvidadas por el estado. No está presente para resolver las necesidades del barrio”. Así contaba Maxi, docente del Bachillerato Popular Carlos Fuentealba. “Nos metimos de lleno a trabajar en la problemática del agua, el acceso y la calidad del agua. Y nos hemos encontrado con que hay una red de agua deficiente. En verano no hay agua, no hay presión de agua durante el día. Están doce horas sin agua. Además hay caños de agua rotos y eso hace que el agua se contamine. Con el régimen de precipitaciones, se junta el agua con los pozos ciegos. En ese sentido, algunos exámenes de agua que hicimos con la Universidad han dado mal, contaminados”. Ya han informado a las autoridades y están esperando tener una reunión para resolver esta situación.
Hay distintas miradas sobre la presencia estatal. Mary, otra docente del «Bachi», plantea que el Estado está bien presente. “Tomando lo que dicen mis compañeros, el barrio lo hemos caminado muchas veces, para hacer las investigaciones y censar las casas y sus situaciones. Y realmente si se pusiesen a caminar las calles verían lo que es la desidia de parte del estado. Pero si están prontos para estigmatizar y criminalizar porque cuando nuestra estudiante y su hija murieron electrocutadas, el jefe de policía que estaba en el momento lo que dice es que «la menor intentó una conexión clandestina por eso quedó pegada y la madre también» aunque antepone “al parecer” luego dice hay otra versión pero esto lo pone por escrito mientras la niña estaba muriendo en el hospital”. Es así como se presenta el Estado en sus fuerzas de seguridad, que sin mínima investigación, reparten por los medios hegemónicos de Luján, un criterio intencionado de mancillar en medio del dolor, el bueno nombre de esta familia.
Guadalupe, además concluye que “en el relevamiento del 2017 de las organizaciones sociales junto a la Jefatura de Gabinete de la Nación, fueron censadas en el Barrio Ameghino 1791 personas de las cuales 1087 se les consultó la cuestión laboral. De ellas, el 15% tiene trabajo registrado, el 13% trabajo no remunerado en su casa, el 27% trabajo no registrado y el 26% sin trabajo”. La precarización de la vida, hace que las cuestiones materiales y estructurales de la pobreza se agudicen y no se vea perspectiva de mejora. Los servicios básicos no están garantizados y eso hace que todo resulte deshonroso para la vida. Aunque los funcionarios piden paciencia y que hay que esperar, la vida y la muerte no esperan. Las consecuencias están a la vista.