Oscar Rodríguez es un héroe de Malvinas. El lector de esta entrevista se enterará en ella del porqué. Tiene 68 años y tres hijos. Pasó 30 años formándose primero y como mecánico de aviones luego en una cuadrilla de naves perteneciente a la Armada Argentina. En 1982 mientras se encontraba sirviendo al país en la Armada Argentina es destinado a Río Grande, a una base aérea de cuadrillas de búsqueda, salvamento y ataque y durante la misión, en pleno conflicto, le tocó junto a otros compañeros de tripulación ser quiénes hallaron, luego de una intensa búsqueda, a los náufragos del hundimiento del Crucero ARA General Belgrano ocurrida el 2 de mayo de 1982 en plena guerra de Malvinas. En esta charla con TRIBUNA DEL PUEBLO, recuerda de manera minuciosa como fue ese salvataje y cuenta aspectos de su carrera militar y de la gesta de 1982.
-¿Sos ex combatiente o personal civil?
Yo estaba en la Armada, donde hay una parte que es la aviación naval. Pertenezco a la aviación naval, a una escuadrilla de exploración, esa escuadrilla tiene un avión de exploración en la cual la misión es detectar flota enemiga, hacer una operación antisubmarina, o hacer un sembrado de minas. Nosotros nos trasladamos casi a fin de marzo.
-¿Cómo ingresaste a la fuerza aérea? ¿Estabas haciendo el servicio militar?
Yo estudie en la escuela industrial, en la escuela mecánica, de ahí me mandaron a una escuela de aviación en Punta Indio, hice todo el curso de aviación ahí y después te destinan a distintas cuadrillas. La Armada tiene distintas cuadrillas, de búsqueda y salvamento, de caza y ataque, helicópteros, y muchas más, te vas especializando durante toda tu carrera. Yo estuve durante 30 años, después de ahí me retire.
-¿En qué año ingresaste?
Ingrese el 13 de Enero de 1966 y me retire en Junio de 1995 y me tome 6 meses de licencia para cumplir con 30 años almanaque y 10 de vuelo. Nosotros cada cierta cantidad de horas en vez de computar 30 días al mes, computábamos 15 días más, en total teníamos 45 días de vuelo. Yo llegue a computar 30 años. Cuando fue el conflicto de Malvinas, era sub-oficial 2do, estábamos en Bahía Blanca, en la Base Naval Comandante Espora. En ese tiempo ya había traído dos aviones al país, el 111 lo traje de Estados Unidos volando como mecánico de vuelo. Al ser un avión cuatrimotor, necesitan llevar un mecánico de vuelo, que es el que atiende todos los motores. El piloto pilotea y es el comandante de la nave, el co-piloto hace todas las comunicaciones, y yo sentado en el medio soy el que se encarga de las cuestiones de los motores y a su vez el piloto cuando llega a los 80 nudos, saca la mano de los aceleradores y toma el bastón de mando, a partir de ese momento todos los movimientos de potencia los hace el mecánico de vuelo.
-En 1982 hacia 16 años que estabas en la fuerza, ya tenías una experiencia.
Si, ya estábamos en Bahía Blanca
-¿Cómo te enteras del conflicto de Malvinas?
En vuelo. El dia 30 de Marzo estábamos haciendo vuelo, cuando despegamos para Rio Grande, porque nosotros íbamos a hacer una operación ahí, estábamos buscando un buque ingles, era algo normal. Cuando estábamos en el vuelo el Comandante Julio Pérez Roca nos dice “bueno, se han tomando las Malvinas, estamos destinados a un grupo de tareas, vamos directamente a Rio Grande”. Fuimos y operamos de acuerdo a la pista, nosotros salíamos con 36 mil kilos de combustible, mucho peso, por lo tanto la pista de Malvinas estaba muy atareada, yo nunca aterrice en Malvinas.
-¿Todo el conflicto estuvieron destinados a Rio Grande?
Si, nosotros hacíamos todas las operaciones desde ahí.
-¿Qué es lo que hacían ahí?
Nosotros despegábamos, y buscábamos la flota inglesa. Eso era lo normal. Hacíamos tráfico marino, buscando los distintos buques, y de ahí informábamos al comando de la aviación naval. Así de armo la tarea del Sheffield, salieron a volar, encontraron a la flota, y se quedaron sobrevolando hasta que llegaron los Super Etendard.
-Contanos de tu participación en el hallazgo de los náufragos del Crucero ARA General Belgrano.
Nos enteramos lo del ARA Gral. Belgrano cerca de a las 17 horas, cuando lo torpedearon a las 16:02. El buque Bouchard, que era el escolta del Gral. Belgrano, también recibió un torpedo que no exploto. A las 6 o 7 de la tarde más o menos salió a volar el 2-P-112. Este avión tiene la particularidad que puede lanzar una línea de mar. Una línea de mar son balsas, equipos de comunicación y supervivencia. Era un tiempo horrible, normalmente cuando vos bajas de los 1000 pies con este tipo de avión vos tenias que volar con 2300 revoluciones, con las turbinas prendidas, que se alimentan con la misma nafta del avión.
Para alargar horas volaban abajo con las turbinas apagadas y con menos revoluciones y llego un momento donde corregían mezcla. El 112 voló toda la noche, tiro bengalas pero no los encontró. Al otro dia a las 6 de la mañana despegamos nosotros con el 2-P-111 desde Rio Grande y teníamos una operación de comando que nos mandaba el Bouchard que era el buque guía. Siempre que hay un avión en vuelo, el barco es como una torre de control, es el que ordena para donde ir.
Se podía volar a una baja altura de 200 pies, porque el mar estaba muy picado, volamos hasta las 9 de la mañana sin resultados pero a las 9.20 encontramos los primeros vestigios del hundimiento.
Ahí encontramos el punto dato de donde fue hundido, había una gran mancha de aceite y un trayecto largo de gasoil. Ahí de acuerdo al viento, a la temperatura del agua es que se le da un cierto desplazamiento de área. Informamos al buque y ellos nos empiezan a comandar, de ahí en más empezamos a hacer una cuadrada expandida, en ese ínterin el vigía de proa dice ver un periscopio, entonces empezamos a hacer las operaciones de anti submarino, pero al no tener otro tipo de armamento el buque nos ordeno dejar la búsqueda submarino para seguir con la búsqueda de los náufragos.
Siendo las 12 del medio dia más o menos, el oficial de contramedida nos dice que estamos en “lotería”, lotería quiere decir que tenemos que volver a la base porque nos estábamos quedando sin combustible, en ese momento el Comandante dice “Bueno Andersen, está bien. ¿Si usted estuviera en las balsas, no le gustaría que lo sigan buscando? ¿Alguno de la tripulación tiene problema en seguir buscando las balsas?”. Pusimos un punto dato al lado de un petrolero que estaba en Islas de los Estados porque si no, no nos autorizaban a seguir buscando, había que modificar si o si el plan de vuelo.
Seguimos la búsqueda y a las 13:20 encontramos la primer balsa, tuvimos una primer comunicación que se perdió con 21.82 que es la frecuencia de emergencia, bajamos todo lo que más pudimos le hicimos señas de que los habíamos visto y de ahí nos fuimos bien arriba para que los buques nos detectaran con los radares y a su vez le pasamos las coordenadas de donde estábamos.
Nos quedamos hasta último momento dando vueltas porque los buques estaban a 100 kilómetros, cuando vimos que estaban bien encaminados hacia el lugar volvimos a Rio Grande. Fuimos costeando el Estrecho de Le Marie por si nos quedábamos sin combustible, hubo un momento donde se nos prendieron las luces de presión entonces puse todos los tanques a todos los motores.
Este avión lleva en la punta del ala, en el tanque central, el tanque principal y en el tanque de bombeo, entonces todas las selectoras las puse de cualquier tanque a cualquier motor, porque se tenían que alimentar como sea. Aterrizamos después de 9 horas y media en Rio Grande y ya nos habíamos enterado que habían encontrado las balsas. Cuando llegamos y revisamos los tanques nos quedaban solo 15 minutos de autonomía.
-Para vos con el hundimiento del Belgrano: ¿hubo un antes y un después de la Guerra?
Lo que cambiaron fueron las operaciones. Empezaron a ser mas restringidas para los buques, porque se dieron cuenta que el submarino nuclear era muy hostil y además Inglaterra tenía dos prioridades, que era el portaviones y el Crucero Belgrano. Porque el Crucero tenía unos cañones que tiraba a 25 millas, por lo tanto para ellos era imposible llegar a ellos. Y el portaviones por los aviones que llevaba a bordo, en especial el el Super Etendard, entonces tenían 2 misiones. Ellos habían dividido la zona de búsqueda; el Conqueror siguió todo el día al Crucero Belgrano y éste no se dio cuenta. El Crucero estaba navegando con dos escoltas y teóricamente no se dieron cuenta que los estaban siguiendo. Cuando los ingleses se dieron cuenta que el Belgrano iba a ser un problema para ellos ordenaron bombardearlo. Retomando lo de las operaciones, los buques empezaron a estar en zonas no tan profundas, porque todos los submarinos atómicos necesitan aguas profundas. Retiraron los portaviones. Todo el sistema de la Marina cambio en las tácticas debido a que en el hundimiento no se respeto la zona de exclusión. Al Belgrano lo hundieron fuera de la zona de exclusión, esa zona no la pusimos nosotros, la pusieron los ingleses. Pero estábamos en una guerra y lamentablemente en una guerra a veces “vale todo”.
-¿Cómo no lo detecto el Crucero?
El Crucero Belgrano fue uno de los pocos buques que no pudieron hundir en Pearl Harbor, date cuenta la antigüedad que tiene, y el Conqueror es un submarino año 1980. La tecnología nuestra era a pedal a comparación de ellos. Nuestro avión era un avión del año ’60.
-Oscar a diferencia de otros ex combatientes vos seguiste en la fuerza hasta 1996 ¿Cómo fue el proceso post-Malvinas?
El proceso post Malvinas en nuestra cuadrilla se adquirieron nuevos aviones para pasajeros Electra que se modificaron porque nadie nos vendía armamento, estos aviones eran obsoletos. Después de 28 años el Comandante del avión se enteró que yo rellenaba con “poxipol” un eyector y se lo cambiaba cada 20 horas porque me había dado cuenta que cada 20 horas se cristalizaba y empezaba a perder aceite otra vez. Los aviones que volaban venían con un manual de vuelo que lo hace el fabricante, nosotros lo hicimos a un costado y lo volábamos a nuestra manera, porque corregíamos mezcla debajo de los 1000 pies, bajamos de 2300 revoluciones, andábamos con el jet con las puertas abiertas. Gracias a Dios no tuvimos ningún accidente. Nos fuimos alistando a lo que teníamos, a fines del 82 ya sabíamos que se iba a dejar de usar ese avión. En Septiembre de ese año fui a hacer el curso del nuevo avión que íbamos a tener acá en Ezeiza, a partir de eso nos fuimos a Trelew, donde empezamos a volar Electra y después hice cursos en Estados Unidos, fui Ingeniero de Vuelo de Electra.
-¿Cómo alguien que participo en el conflicto de Malvinas pensas que como muchos dicen hubo un periodo de “no se hable de Malvinas”?
Si, hubo un gran proceso de “desmalvinizacion” porque a mucha gente “la entraron por la puerta de atrás”. Yo dentro de la misma escuadrilla estaba un poco resentido porque una cosa era “uno normal” y otra era “ese pibe estuvo en la guerra”. En nuestro caso no era tan previsible porque nosotros teníamos una carrera, éramos profesionales; no como ellos que no sabían tirar un tiro o sostener un arma. Se murieron de hambre, yo estaba en una base donde había comida y cama donde dormir. En Rio Grande había una base para 500 hombres y éramos 1000. Un día sonó una alarma y nos hicieron esconder los aviones, porque se preveía que iban a atacar el Continente, afortunadamente no ocurrió. Estuvimos 3 horas escondidos y queríamos seguir preparando los aviones, había gente de la Fuerza Aérea, de la Marina, grupos de Infantería, teníamos miedo que nos hagan sabotaje en los tanques de combustibles. Estábamos todo el tiempo en alerta.
-Posterior a ese proceso en los últimos 10 o 15 años se empezó a valorar más la cuestión Malvinas.
Si se empezó a valorar más después de cierto tiempo. Yo pertenezco a un Centro de Veteranos, el único de carrera soy yo, el resto son todos conscriptos. Hace poquito inauguramos un museo en el Barrio El Trébol. Ellos hicieron mucha fuerza para que se valore nuestro trabajo en Malvinas, pero al principio el gobierno dijo “los ponemos como cabos segundos y le damos una obra social”, pero no era solo eso lo que necesitaban. Entonces siguieron esforzándose, sacando leyes hasta que se les dio la oportunidad y los nombraron como tenía que ser. En nuestro caso no nos pagaban adicional porque pertenecíamos a la Armada, y si vos querías cobrar eso le tenías que hacer juicio y darte de baja. En Trelew nos dio el Congreso de La Nación una medalla en reconocimiento. Pasada la Guerra estaba como “renegado” con algunas cosas que habían pasado, pero igual seguí trabajando; si yo arreglo un avión me gusta volarlo yo. Por eso nunca estuve en una escuadrilla de ataque, un día me dijeron porque no estaba en escuadrilla, “no voy a arreglar algo para que usted lo disfrute” le conteste.
Después de muchos años la gobernación de Tierra del Fuego nos dio una medalla, nos encontramos los 10 tripulantes después de 28 años. Después de eso la Armada también nos reconoció el trabajo que realizamos. Nosotros pusimos en riesgo nuestra vida al seguir volando con poco combustible.
-¿Con que grado te retiraste?
Mayor en quinto año. Fui haciendo la carrera con mucha suerte, porque siempre estuve en los primeros lugares, en los últimos años ascendes dependiendo a la vacante que hay, de 35 principales había que ascender 7, fui el primero. Eso me costó mucho, a la que prácticamente crie fue a mi tercer hija, Silvina, porque a mis hijos mayores los crio mi ex mujer. Ella iba y venía con los chicos a todos lados. Pude disfrutarla a ella más que a los otros porque a veces me iba 10 o 15 días de operativo y mi ex mujer se quedaba con los dos varones.
-Te escucho hablar con una gran satisfacción
Totalmente, creo que independientemente de todo fui haciendo mi carrera y lo que quería para mi vida. Mucho sacrificio, mucha vocación. Me iba al camarote y estudia los manuales, nos toco ir a buscar 4 aviones que había comprado la Marina, hicimos el curso que duro 2 meses aproximadamente en Estados Unidos. Traje el avión 114, me acuerdo que fue una experiencia increíble tener la responsabilidad de traer un avión al país. Despegamos de Tucson e hicimos Nueva Orleans, Miami, Puerto Rico, Piarco, Belén, Rio de Janeiro, Puerto Alegre, Espora. Fue una experiencia muy linda.