El diplomático pasó casi todo el día martes en la localidad. La motivación de la visita de la delegación encabezada por Maddens fue recorrer y conocer un poco más sobre el pueblo fundado por su compatriota Julio Steverlynck. “Un día inolvidable! Nos sentimos en familia, comimos (como) reyes y tuvimos la suerte de ver el espectáculo del eclipse en la cancha del club (Flandria)! Gracias con todo nuestra corazón!”, manifestó el funcionario en su cuenta de Twitter.
Allí donde solamente había una estación de trenes y un puñado de casas el empresario y visionario belga Julio Steverlynck imaginó un pueblo. Desde aquel 1928 hasta nuestros días muchas cosas han sucedido. En los primeros tiempos se abrieron calles donde había montes de cardos, se construyeron casas, se loteó el campo existente, se crearon iglesias, escuelas, clubes, entidades culturales, una cooperativa de consumo, bibliotecas, entidades de bien público, se plantaron árboles, se creó una clínica, se inauguraron las fábricas que fueron el corazón del pueblo: Algodonera Flandria, Linera Bonaerense y Fabril Linera.
Claro que todo fue obra de Steverlynck, de sus colaboradores más cercanos, de los obreros de las fábricas, de los vecinos del pueblo, de los integrantes de las instituciones. Muchos fallecieron antes de 1975, año en que Don Julio dejó de existir físicamente, y muchos después. Pero el legado, la identidad, la idiosincrasia de aquellos pioneros quedó flotando en el aire y se hizo carne en las nuevas generaciones que no olvidan su pasado que acompaña el presente y el futuro de aquellos pueblos.
La inmensa obra de Don Julio ha sido mundialmente famosa y comentada y puesta como ejemplo de lo que hoy llaman “Responsabilidad Social Empresaria”. Distintos visitantes ilustres han llegado a lo largo de la historia de Villa Flandria a comprobar con sus ojos la belleza y la identidad de aquella “pequeña Europa”. Nuncios Apostólicos, miembros de la Familia Real belga (Los Reyes Balduino y Fabiola estuvieron en el pueblo en noviembre de 1965), presidentes, gobernadores, funcionarios públicos de Bélgica, Diplomáticos y muchos más pasaron por sus calles.
Este martes fue el turno del actual Embajador Belga en Argentina Peter Maddens. La visita del diplomático, su esposa y la delegación que los acompañó tuvo una completa agenda de actividades. Desde antes del mediodía acudieron al monumento que recuerda a Steverlynck y su esposa en la calle Tropero Moreira de Pueblo Nuevo. Luego rindieron homenaje al fundador de las fábricas en el Camposanto local.
Posteriormente se trasladaron al Edificio Flandria, sede social del club del mismo nombre en la calle España al 200, donde almorzaron y seguidamente la delegación se trasladó al Club Náutico El Timón para recorrer sus instalaciones.
Luego, se trasladaron a la sede del Parque Industrial Villa Flandria para recorrerlo y en la sala de reuniones, utilizada en tiempos de Don Julio para las juntas de Directorio, el presidente del Club Social y Deportivo Flandria Fabián Poli entregó a Maddens el carnet de “Socio Honorario” de la institución. Para cerrar el día se trasladaron al Estadio Carlos V para contemplar el eclipse de sol que acaeció en la tarde del martes.
Un orgullo para los villaflandrinos recibir la visita de un funcionario tan importante. Como sucediera el año pasado cuando el Ministro de Turismo y Deporte de Bélgica visitara también el pueblo.