Con esas palabras vecinos del lugar definieron su estado de ánimo cada vez que luego de la lluvia tienen que transitar las calles de la zona que pese a los trabajaos realizados por el municipio el año pasado continúan en malísimo estado. “Los vecinos terminan empujando sus autos y si venís en bici o moto quedás a mitad de camino”, graficaron.
Vergüenza, hartazgo, tristeza, bronca e impotencia, son las palabras que utilizó la presidente de la Sociedad de Fomento del Barrio el Ceibo, para contar a través de la redes sociales su sentir con lo que sucede cada vez que llueve y los lugareños deben afrontar, casi en una lucha desigual, la tarea de desandar las calles del barrio.
“Les importa nada de los barrios, los vecinos de El Ceibo terminan empujando autos, motos, ni hablar de las bicis y si venís con un bebé en la bici la abandonás a mitad de camino porque quedan empastadas de barro las ruedas. Así todas las calles. Una pena, así recibimos el 2018. ¿Alguien sabe hasta cuándo?”, posteó la fomentista.
“Si vas caminando hay que agarrarse de donde se pueda porque tampoco las veredas existen. Ojalá pronto se pueda resolver esta situación de nuestro barrio”, agregó, al contar que vecinos de El Ceibo tuvieron que empujar un remís que se quedó encajado en una de las calles del lugar. “Por esto lo remises no quieren entrar”, graficó Laura López.