Se repitió la situación registrada el pasado mes de abril, cuando la firma también suspendió su producción durante 30 días. La medida fue tomada para vender el stock que se halla en los depósitos de la empresa. Desde el sector de la ciencia y técnica ya se propuso una Ley para administrar el comercio y frenar la caída de la industria en Luján y el país.
La situación es atribuible a la profunda caída en las ventas del sector ceramista en el país, al aumento en los servicios e insumos, a la apertura indiscriminada de las importaciones, a la absoluta falta de previsibilidad en los empresarios. Factores externos e internos para Cerámica Cortines. Los cierto es que algo más de 300 trabajadores han tenido que pasar todo el mes de agosto en sus casa, sin poder ir a producir, merced de una situación que se repite: La empresa congeló la producción de cerámica por 30 días, al igual que en el pasado mes de abril.
El análisis de la situación parte de la caída en las ventas, provocada por las políticas de apertura de las importaciones del gobierno nacional: La depresión en el sector de la construcción (Principal comprador de los productos de Cerámica Cortines) que si bien ha tenido en los últimos meses algún repunte, han volcado sus compras a productos importados principalmente desde Brasil, país que produce, en este caso, cerámicos de menor calidad pero también de menor precio, dado las condiciones en las que se manufacturan.
También se debe hacer foco en la previsibilidad de las empresas en las distintas cadenas de valor: El caso de Cerámica Cortines es cabal para ejemplificar como la falta de esa previsibilidad hace que las crisis sobrevengan y, aunque pudiendo enfrentarlas, generen estas situaciones.
En el año 2015 la empresa realizó una fortísima inversión en una nueva nave de producción con tecnología de última generación que permitió prácticamente duplicar la producción mensual de la firma. Genuinamente pensó que las condiciones del mercado continuarían siendo las mismas que hasta ese momento, cuando la venta de cerámicos marchaba a buen ritmo. Pero de buenas a primeras se encontró con, como marcábamos un párrafo atrás, con la significativa baja del mercado. Esa falta de previsibilidad y de normas que regulen y administren el comercio en distintas cadenas de valor ha hecho que esa inversión quede en un segundo plano, dado que la empresa, y el sector, están hoy en crisis.
Las soluciones como el REPRO, o créditos a tasas especiales, presentadas por el estado, no dejan de ser más que soluciones, paños fríos que nada solucionan. Por esto personas con el conocimiento necesario han trabajado, y lo siguen haciendo, en los lineamientos generales de una Ley Nacional, que permita, más allá de los funcionarios de turno, administrar el comercio, con bases establecidas por normas técnicas, con pisos técnicos mínimos requeridos para la comercialización de productos de una determinada cadena de valor en nuestro país, en consonancia con normas internacionales, por ejemplo de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Distintas cadenas de valor tienen el comercio administrado en la Argentina desde la segunda mitad de la década del 90, y han podido lograr previsibilidades no menores a 5 años en esos rubros. También hay que destacar que los pisos técnicos requeridos a distintas cadenas de valor son utilizados en los países hoy considerados potencias mundiales como Estados Unidos o la Unión Europea.
Es importante trabajar los conceptos de evaluación de la conformidad y, fundamentalmente la previsibilidad para una cadena de valor, (Rubro) o Empresa. Así los industriales pasarán a ser efectivamente empresarios que puedan planificar el crecimiento de sus compañías, y con ellas el de sus trabajadores y la sociedad toda.