¿La solución a la crisis textil? Lamentablemente no

Por más buena voluntad que haya en la presentación efectuada por el interbloque peronista del Honorable Concejo Deliberante local, la solución a la aguda crisis que afecta principalmente a las pequeñas y medianas empresas del rubro textil no llega.

textil

El pasado lunes en la sesión ordinaria número 10 el cuerpo deliberativo local trató y aprobó por mayoría un dictamen de la comisión de Economía con el pedido de “una reducción del 50 por ciento de la alícuota de las Tasas de Inspección de Seguridad e Higiene y Seguridad Ciudadana para el sector textil”. Se declaró además la emergencia en el sector de las Pequeñas y Medianas Empresas de la cadena de valor textil.

Sin desmerecer el trabajo de los ediles ¿Qué aporte y mejora puede hacer una reducción de tasas cuando no hay ningún tipo de red de contención normativa para el sector?

La situación es clara: El sector productivo en lo local aglutina a algo más de 5000 familias, es uno de los más importantes de Luján. Hoy día la apertura indiscriminada de las importaciones, sumado al aumento en las tarifas de los servicios, el aumento del costo de vida, la suba de precios de insumos y materias primas, son un cóctel explosivo que atenta contra el desarrollo de la industria.

Operan por este tiempo “sin red”. Sin condiciones básicas de competitividad. Es así como los productos  o materias primas (telas) manufacturados en Luján, con la mayor responsabilidad social empresaria, con sueldos de los trabajadores cercanos, en promedio, a los mil dólares, por fijar un parámetro, compiten con productos y/o telas importados desde otros países, Bangladesh es uno de esos países, donde el parámetro de salario no supera los 50 dólares por mes. En calidad de vida de los trabajadores y el entorno circundante la diferencia es, además, casi abismal.

Estas diferencias de base en el ambiente sociotécnico, por caso, hacen que el precio y la calidad de las telas importadas sean ostensiblemente menor. Pero eso parece no importarle al público consumidor. Es decir, si les interesa, pero sólo el precio. Por eso las eligen.

¿Y la calidad? Si en Argentina, que más decir de Luján, se producen telas de excelente calidad. ¿Por qué no se puede competir en calidad? La respuesta es una sola. No se puede competir en calidad porque no hay regulación sobre sistemas de evaluación de la conformidad para esta cadena de valor en nuestro país.

¿Qué es la evaluación de la conformidad? En el caso de la regida por normas técnicas (Que emanan de la Organización Mundial del Comercio) se trata de establecer “pisos técnicos” (Es decir un conjunto de características de materiales, producción, manufactura, que debe cumplir determinado producto para ser comercializada en un país)

Estos “Obstáculos técnicos” son utilizados por los países, considerados, “potencias” en el mundo, con el objeto de proteger a su propia industria en todas las cadenas de valor que conforman un sistema económico.

Por caso en Estados Unidos son 1452 obstáculos técnicos con el fin de cuidar a la industria local. En argentina sólo 373. En Bolivia 27.

Es decir: En nuestro país hay 373 normas técnicas, que deben ser certificadas por distintos entes, que los productos a comercializarse deben cumplir. Son 6 cadenas de valor protegidas por este sistema: Elementos eléctricos, elementos de protección personal, aceros para la construcción, juguetes, encendedores  y tintas.

Sólo en esas cadenas de valor se debe certificar el uso de normas técnicas en su fabricación o manufactura. El resto… Libre albedrío… Libre mercado. Entre ese resto está la industria textil. De no poder operar “a lazo cerrado”, utilizando estas herramientas que se describieron, es muy difícil que sobrevengan tiempos mejores. Está todo por hacer.