El ministro del Interior conversó esta semana con referentes de otros sectores políticos para «bajar un cambio» tras el atentado que sufrió la vicepresidenta. «El clima está raro y no es el clima que muchos dirigentes quieren. El diálogo existe. ¿Es formal? No, no es formal, por ahí si hay más entendimiento podríamos llegar a formalizarlo», afirmó.
El ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, dijo que las conversaciones que mantuvo esta semana con referentes de la oposición tuvieron que ver con «bajar un cambio» tras el atentado que sufrió la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y sostuvo que seguirá dialogando con los referentes de ese espacio con el objetivo de alcanzar «consensos básicos».
«Después del intento de asesinato de Cristina Kirchner también hablé y voy a seguir hablando. Es cierto, tal vez me faltó alguno. Pero tenía que ver con bajar un cambio y no hacer un escándalo de esto, que es grave y nos tiene que poner a reflexionar y a pensar sobre qué está pasando», dijo De Pedro en diálogo con radio Mitre este sábado.
En ese marco, afirmó que «hay como una fantasía de que estamos peleados pero la verdad es que los dirigentes políticos tenemos bastante diálogo». «Existe la discusión política, pero también hay diálogo sobre responsabilidades o sobre temas que son un poco más importantes o más profundos que hacen a la estabilidad económica o política», añadió.
Esta semana se conoció que el Ministerio del Interior trabaja en una amplia convocatoria para «reencauzar la convivencia democrática» tras el intento de asesinato a la vicepresidenta, con el objetivo de que «es necesario abordar el tema de la intolerancia política en la sociedad».
En la búsqueda de concretar un llamado a todos los sectores, el ministro De Pedro ya avanzó en diálogos con varios referentes de las principales fuerzas políticas; entre ellos el titular del radicalismo, Gerardo Morales, y el diputado radical Facundo Manes.
«Yo venía charlando con varios dirigentes de la oposición para tener algún tipo de consenso en política energética y podamos firmar una especie de acuerdo sobre algunos consensos básicos sobre la economía. Después, con el intento de asesinato de la vicepresidenta, hablé y voy a seguir hablando, pero la realidad es que mi preocupación y la de muchas personas, tiene que ver primero con bajar un cambio y no hacer un escándalo de esto, porque es tan grave, tan serio, que nos tiene que poner a reflexionar, a pensar sobre cuál es el diagnóstico sobre qué está pasando», dijo.
En ese sentido, añadió: «El clima está raro y no es el clima que muchos dirigentes quieren. El diálogo existe. ¿Es formal? No, no es formal, por ahí si hay más entendimiento podríamos llegar a formalizarlo. Ojalá».
«Se está intentando hacer lo básico: convocar a un dialogo informal como lo hice yo para que resulte. Para ver de qué manera la política puede tratar un tema que fue de mucha gravedad. Segundo que los credos se manifiesten o convoquen a un espacio, ya sea para agradecer o para generar un encuentro de paz y de fraternidad», añadió.
Por otro lado, se refirió al funcionamiento del Poder Judicial: «Un sector, en los 4 años del gobierno de Mauricio Macri, hizo una total manipulación de los concursos, los traslados, las legislaciones, los nombramientos de los jueces, de la Corte» y cuestionó además «la utilización de los servicios de inteligencia y otros servicios de fuerzas de seguridad para perseguir a dirigentes opositores».
«Yo insisto con que la Argentina de la violencia no le sirve a nadie. La Argentina de la manipulación y el coptamiento del Poder Judicial no le sirve a nadie. La Argentina donde en lugar de una competencia de empresarios, hay una guerra de empresarios y carpetazos, no le sirve a nadie», expresó el titular de la cartera política.
«Se necesitan jueces imparciales y fiscales imparciales. No los que cenan, se cambian en el vestuario, toman un whiskycito con Mauricio (Macri) en la quinta de él. No pueden juzgar a Cristina jueces y fiscales que comieron asado con Macri», concluyó.