Nota de opinión: Escribe Daniel Curci Castro.
La Unión Cívica Radical es partido político más antiguo, con más historia de Argentina, y eso es motivo de orgullo para sus militantes, que lo mantienen vivo y vigente.
Lo que no es motivo de orgullo es que huela a viejo, y peor aún, que sus mentiras ya sean viejas.
Hace unos días, en un programa periodístico desfilaron varios dirigentes de la UCR Luján y tristemente tuvimos que escuchar las mismas mentiras de siempre.
“Si, tenemos una elección interna, yo no creo que sea el momento pero….”, “La sociedad tiene otros problemas”, “Trabajamos para la unidad”, “Somos lo nuevo” (hace 20 años que se atribuyen ser lo nuevo). bla bla bla……..
Siempre dicen las mismas mentiras, y saben que cuando llega el momento de asignar cargos la unidad se torna imposible, y terminan en una interna por intereses particulares, porque quieren seguir viviendo de la política ellos, sus amigos y sus parientes.
Parece que los dirigentes del centenario partido no se dan cuenta que la sociedad está cansada de escuchar siempre las mismas palabras vacías.
Van a la interna, si, y bienvenida sea cuanta posibilidad tengamos los argentinos de elegir a nuestros dirigentes.
Convengamos que hasta ahora nos fue muy mal, hace 70 años que vamos para atrás y seguimos eligiendo siempre a los mismos.
Celebro que haya elecciones internas y espero fervientemente que aparezca en esta oportunidad algún candidato que no mienta, que diga “Quiero acceder a posiciones de poder porque estoy seguro que lo puedo hacer mejor” “Las elecciones son necesarias porque es necesario cambiar los dirigentes que tenemos, que nos han traído hasta este desastre” “Estoy decidido a bajar el gasto en política, achicar el estado y terminar con los acomodos”.
Y yo espero que lo diga de verdad !
No quiero más funcionarios con doble cargo ni funcionarios cuyos parientes y amigos tienen contratos en el senado.
Tampoco sirve un descolgado que se presenta como lo nuevo, que consiguió una foto con un político relevante y no lo sigue nadie.
Es necesario que formemos políticos nuevos, capaces, honestos y decididos.
Es cierto “los problemas de la sociedad son otros” pero también es cierto que esos problemas son el fruto de la incompetencia y deshonestidad de los políticos que hemos elegido.