El ex rugbier fue hallado asesinado el jueves último con un golpe en el rostro y el cuello quebrado dentro de una camioneta, en Luján, a unos 15 metros de la Ruta Provincial 42 en la zona de La Choza. La mujer del presidente del Club Municipal de Vicente López (Vilo), declaró como testigo ante la fiscal de la causa y aportó posibles pruebas para esclarecer el crimen. Fuentes cercanas a la investigación comentaron que «creen que participaron dos personas del crimen, una que tomó a la víctima por delante y otra que le quebró el cuello por detrás»
De acuerdo con la autopsia realizada por médicos forenses de la morgue de Chivilcoy, Longhi murió a causa de una maniobra que le provocó la quebradura del cuello y no presentaba heridas de arma de fuego ni de arma blanca. Además, los forenses establecieron que la víctima tenía un golpe en el rostro producido probablemente por un puño y que la data de muerte sería entre las 14 y 16 horas del miércoles 12 de enero.
Sobre los últimos movimientos de la víctima, los pesquisas determinaron que cargó 5.000 pesos de nafta en una estación de servicios de Pilar y que luego pasó por el peaje de la autopista de ese partido, donde su camioneta Ford Ranger gris fue tomada por una cámara de seguridad en la que no se llega a advertir si iba solo o acompañado.
Los voceros detallaron que el hombre salió el miércoles pasado a las 13.35 de su campo ubicado en la localidad de Tomas Jofré y se dirigió a la zona de Navarro con 180.000 pesos, dinero con el cual tenía previsto comprar dos novillos y que no fue hallado en el rodado, por lo que no descartaban la posibilidad de que el crimen estuviera vinculado a un robo.
«Creemos que participaron dos personas del crimen, una que tomó a la víctima por delante y otra que le quebró el cuello por detrás», comentó a la Agencia Télam una fuente cercana a la investigación, quien al ser consultada sobre si los autores pudieron ser conocidos de Longhi dijo que por ahora «no se descarta ninguna hipótesis».
La mujer declaró como testigo y entregó una computadora que su marido utilizaba en su lugar de trabajo en el Club Municipal de Vicente López, del que era presidente. También tenía una computadora en su domicilio, la mujer indicó que “no la utilizaba mucho” y sostuvo que la que fue entregada “era la que usaba” diariamente.
Por ahora no se halló ningún llamado o mensaje relevante en el celular del exrugbier, pero hay que ver lo que se pudo haber eliminado. En una primera inspección al teléfono se encontraron dos comunicaciones con números desconocidos, por lo que se busca establecer de donde se realizaron. No tenía activado el rastreo satelital, por lo que aún no se pudo establecer los lugares donde estuvo Longhi antes de ser asesinado.