El pasado 15 de noviembre, la comunidad parroquial de Sagrada Familia de Luján, se unió en la celebración de la “Misa de la Luz”, en el 29º aniversario del asesinato del Padre Cacho Zaccardi, fundador de la Parroquia, para agradecer la vida de este pastor y rezar por la justicia.
En la Eucaristía que fue presidida por el SER el Obispo Jorge Eduardo Scheinig y concelebrada por el Padre Daniel Guerra, Vicario General y expárroco del lugar, los párrocos solidarios de la comunidad Ricardo Rodriguez y Claudio Mosca, el diácono permanente Armando Iglesias, el P. Hernán Lucía, y el P. Manolo Andriola se invitó a todos a hacer memoria agradecida de su pastoreo y de su obra, animados en la esperanza y comprometidos a vivir más intensamente nuestra fe en comunidad.
El Arzobispado de Mercedes – Luján recordó al padre Cacho en la misa y también publicando un poema de su autoría:
SER SACERDOTE
Ser sacerdote es amar y amar de nuevo
es dar al fin con el sentido de lo eterno
Es entregar el corazón sincero
para que se consuma en el dolor a fuego lento.
Es tocar con las manos lo infinito
es oír en secreto lo escondido
Es besar sin perder la lozanía,
es sufrir sin ser reo de delito.
Es cantar sin cesar al Dios de todos,
es darle vida a lo que estaba muerto
Es dar la voz sin mezquinar la mente
y desvivirse por el bien ajeno.
Es comenzar a sufrir, a consagrarse,
en el día y en la noche, para siempre.
Es buscar sin descanso las maneras
para que el mundo en Cristo se retemple.
Ser sacerdote es decir sí y decir no
y es aprender a decir ya más no puedo.
Es olvidarse del ayer y del mañana
y es animarse a decir yo quiero esto.
Es atender siempre la pobreza ajena
alejando por la propia todo miedo.
Es hundirse en el barro de los hombres
y tocar con un extremo el cielo.
Es bajar a Dios de las alturas
y ascender victorioso en raudo vuelo
Es vivir, es morir y es consumirse,
y es subir con Cristo al sufrimiento.
Es resucitar con Él en nueva pascua
y es vivir en el seno trinitario.
Es estar con los hijos de los hombres,
es sentir la miseria de lo humano.
Y es gozar del sentido sin nombre
de la gracia infinita de un Dios bueno,
Que con poca ayuda puede lo imposible
si ese hombre se entrega por entero.
Cacho Zaccardi