Este domingo, el presidente Mauricio Macri y el mandatario electo Alberto Fernández compartieron este domingo una misa por la «unidad y la paz» convocada por la Iglesia Católica en la plaza Belgrano, a metros de la Basílica de Luján, en el marco del Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. GALERIA DE FOTOS.
La convocatoria fue impulsada por el nuevo arzobispo de Mercedes-Luján, Jorge Scheinig, y el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, el obispo de San Isidro Oscar Ojea, en ocasión del Día de la Virgen y el inicio de un año litúrgico dedicado a su figura. El pedido, en el contexto de la invitación, fue “construir una Patria de hermanos, una Patria de justicia, de fraternidad y de unidad”.
Macri estuvo acompañado por su mujer, Juliana Awada; la vicepresidenta Gabriela Michetti; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica; ministro del Interior, Rogelio Frigerio, entre otros funcionarios del gobierno saliente. Fernández, en tanto, llegó con algunos de los funcionarios de la entrante gestión de gobierno como Santiago Cafiero (jefe de Gabinete de Ministros) Daniel Arroyo (Desarrollo Social), Felipe Solá (Cancillería), Guillermo Olivieri (Secretaría de Culto), Gustavo Beliz (Secretaría de Asuntos Estratégicos). De la ceremonia participaron el intendente Municipal Dr. Oscar Luciani; el jefe comunal electo Leonardo Boto y la ex intendenta Graciela Rosso. También estuvo quien fuera candidato a presidente Roberto Lavagna.
Monseñor Scheinig confirmó a AICA que la iniciativa de rezar una misa por la Patria surgió hace tiempo, en conversación con el obispo de San Isidro, monseñor Ojea. “Me pareció oportuno que esa misa se realizara el día de la Virgen, el 8 de diciembre, y hacerlo en el santuario nacional de Nuestra Señora de Lujan. (…) Hacer este gesto a los pies de la Virgen me parece que es un regalo de ella misma para la Nación”, consideró el prelado, teniendo en cuenta los momentos “tan delicados para América Latina y para la Argentina”, y este momento “histórico para nuestra democracia, en plena transición y llegando a fin de año en paz”.
“Creo que los argentinos en este día, en este gesto simple, sencillo y también con cierta audacia y valentía, estamos siendo acariciados por Dios y por la Virgen. Es una respuesta de amor de la Virgen y una mano que nos está dando y no debemos desperdiciar”, destacó. Durante la ceremonia se dio un emotivo saludo de “la paz” entre las autoridades entrantes y salientes de la gestión nacional de gobierno.