El primero de tres grupos de obispos argentinos inició formalmente el 29 de abril la visita ad limina, con una peregrinación a la tumba de San Pablo y una celebración eucarística en la basílica romana de San Pablo Extramuros.
Monseñor Jorge Eduardo Scheinig, obispo auxiliar de Mercedes-Luján, dio detalles de la visita al dicasterio de la Congregación para el Culto Divino: «Hemos participado en la Congregación para la Sagrada Liturgia. Sin duda, el desafío de continuar en el camino de la renovación propuesta por el Concilio Vaticano II. Hemos charlado diversos aspectos que hacen a la continuidad de la renovación: Liturgia y religiosidad popular; Liturgia y Sacramentos. Así, todos fuimos descubriendo la importancia de la pastoral litúrgica, profundizando de este modo el desarrollo en las distintas diócesis», detalló.
La misa fue presidida por el arzobispo de Resistencia, monseñor Ramón Dus, y concelebrada por la totalidad de los obispos que viajaron a Roma.
“La memoria del apóstol Pablo ilumina nuestro ministerio pastoral en la Iglesia y por la Iglesia. Nos ayuda a revivir la Pasión por la Iglesia de hoy: con sus desafíos, con sus pruebas, con sus posibilidades, con la esperanza puesta en Aquél que hace nueva todas las cosas”, aseguró.
“Nuestro ministerio episcopal, impregnado de la misericordia, proclama también que ‘la misericordia del Señor es gratuita, incondicional, inmerecida’, y que nos impulsa a ‘primeriar, a involucrarnos, a acompañar, a fructificar, a celebrar’”, sostuvo citando la exhortación apostólica Evangelii gaudium.
El prelado chaqueño destacó que la vocación excepcional del apóstol lo llevó “humildemente a entrar y permanecer en la Iglesia de Cristo junto a Pedro y los demás”.
“En esta misma tradición nos situamos hoy nosotros. En colegio apostólico y junto a Pedro venimos a certificar nuestro camino, y para evitar también nosotros correr en vano”, indicó.
“Que la intercesión de San Pablo, apóstol, nos alcance la sabiduría y la fortaleza de Cristo Crucificado, para desplegar de modo afectivo y efectivo, nuestro ministerio episcopal, unido a Pedro, por la santidad del mundo”, concluyó.
Luego de la celebración eucarística, los obispos salieron hacia los dicasterios vaticanos, que en esta jornada inaugural fueron la Congregación para el Culto Divino y la Congregación para las Causas de los Santos.