El 10 de diciembre es el Día Internacional de los DDHH y se cumplen también los 35 años de la recuperación de la democracia en Argentina. En Luján, la Comisión de Familiares y Amigos de Detenidos Desaparecidos conmemoró en la Plazoleta de los Derechos Humanos. Ponemos a disposición el documento elaborado y leído en esa ocasión.
Como todos los años volvemos a encontrarnos hoy, 10 de diciembre, para conmemorar la Declaración Universal de los DDHH, que hace exactamente 70 años fue aprobada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. Declaración que fue resultado de la necesidad de establecer una legislación internacional que reuniera derechos de carácter civil, político, social, económico y cultural, tras las políticas que el fascismo y el nazismo habían implementado y que se cobró la vida de millones de personas. Recordar hoy aquella Declaración es urgente ante el avance de la derecha en buena parte de los países del mundo, en nuestra región y en nuestro país. Porque sabemos que a la derecha no le interesa incluir, no le interesa respetar los derechos humanos.
Y bien lo sabemos en este país en el cual los gobiernos militares no respetaron los DDHH, siendo la última dictadura cívico-militar el mayor ejemplo de ello. Todos los DDHH fueron sistemáticamente violados, sobre todo el derecho a la vida, la de nuestros 30.000 compañeras y compañeros detenidos desaparecidos. Pero aun así los largos casi siete años que duró la dictadura fueron también un momento de organización y resistencia, representados en nuestras Madres, Abuelas, Familiares y Ex Detenidos. Su lucha constante sumada a la perdida de legitimidad de la dictadura después de la guerra de Malvinas y de la movilización a comienzos de 1982 de las y los trabajadores, primeros afectados por la política neoliberal que la dictadura implementó con la complicidad de los grandes grupos económicos como Techint, Roggio, Arcor, Ford, Macri, Clarín y Ledesma; hicieron que los militares tuvieran que abandonar el poder que habían concentrado y ejercido a sangre y fuego.
Tras aquellos largos años las y los argentinos volvimos a votar y el 10 de diciembre de 1983 se restauró la democracia. Por eso hoy conmemoramos aquel día ya que desde el mismo Argentina vive el período más largo de democracia sostenida de toda su historia.
Han pasado 35 años, han transcurrido distintos gobiernos. Algunos implementaron, políticas neoliberales, fue el caso del menemismo y el gobierno de la Alianza, políticas que culminaron en una crisis económica y social que como todas y todos recordamos estalló en 2001. Otros gobiernos, gobiernos populares y progresistas, los de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, permitieron salir de aquella crisis, iniciando y avanzando en un camino de recuperación económica e inclusión social.
Pero desde diciembre de 2015 nuevamente nos gobiernan neoliberales, que son quienes hoy detentan el gobierno nacional, provincial y local en representación del poder económico que se encuentra en manos de grandes productores rurales y empresas nacionales y extranjeras.
¿Vivimos en democracia entonces? Formal y procedimentalmente sí, porque quienes gobiernan han llegado a ocupar sus cargos por el resultado que arrojaron las urnas en 2015 y 2017. Pero ¿es esta una democracia tal como nosotras y nosotros la concebimos? Entendemos por democracia no solo sus aspectos formales sino aquella que garantice una vida digna para todas y todos, es decir, que asegure la vivienda, la alimentación, la educación, la salud, el acceso a la cultura y la información, la inclusión de las minorías y el respeto de todos y cada uno de los DDHH. Atendiendo a esta concepción de democracia es que consideramos que desde que gobierna el macrismo todos estos aspectos no han hecho más que incumplirse algunos y retroceder sustancialmente otros. La desinversión en áreas claves para nuestro pueblo ha quedado expresada en el último presupuesto aprobado por el Congreso, un verdadero presupuesto de ajuste y exclusión. Presupuesto, que al igual que otras tantas decisiones y acciones, el macrismo y sus aliados no hacen más que justificar a partir de la invención de mentiras reforzadas por la complicidad mediática, ocultando así su verdadera lógica política, que es profundamente neoliberal, profundamente excluyente, profundamente entreguista, profundamente individualista. En definitiva, la lógica de la derecha.
Una derecha que para justificarse vuelve a construir la imagen de un “enemigo interno”, tal como lo hiciera en los años ’60 y ’70. Ahora ese enemigo son los mapuches, son los supuestos anarquistas, son las y los jóvenes y serán todas y todos aquellos que pongan resistencia a este renovado modelo de ajuste económico y exclusión social para las mayorías populares. Mayorías que se han movilizado a lo largo de estos tres años y que el macrismo reprime. No es casual entonces que en julio de este año Macri firmara el decreto de reforma de las FFAA que enfatiza la colaboración y apoyo de los militares en tareas de seguridad interior, en línea con la política intervencionista de los EEUU, violando una vez más la legislación vigente y lesionando el consenso social sobre el rol que las FFAA deben tener en democracia. Rol que siempre debe ser circunscripto y controlado porque de intervenciones militares y represores conocemos y sabemos que aún queda mucho por depurar. Aún permanecen entre miembros de las fuerzas las lógicas represivas de décadas anteriores. ¿Acaso Jorge Julio López no desapareció por segunda vez en democracia, poco antes de declarar contra Etchecolatz? ¿Acaso hoy, a poco más de un año, no seguimos sin tener explicaciones claras por parte del estado sobre el accionar represivo de la Gendarmería que se cobró las vidas de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel? El gobierno nacional avanza en este camino. Desde el pasado 3 de diciembre, la ministra de seguridad Patricia Bullrich pretende avanzar con su nuevo reglamento que permite que la policía haga uso de armas de fuego frente a cualquier “peligro”, habilitando tirar por la espalda y sin dar la voz de alto. Denunciamos y repudiamos esta nueva reglamentación ya que legitima el “gatillo fácil”, violando DDHH esenciales y garantías constitucionales, imponiendo así la violencia desde el estado mismo.
Una vez más asistimos a la implementación de políticas neoliberales que van de la mano con la represión. Y además proponen la desmemoria y el olvido. En el área que esta Comisión milita, la MEMORIA, LA VERDAD Y LA JUSTICIA, el actual gobierno ha manifestado en varias oportunidades una posición negacionista respecto a la violación de los derechos humanos y al plan sistemático de represión implementado por la última dictadura cívico-militar. Posición que no solo queda en dichos, sino que se pone en práctica a través de medidas que desde el año 2016 venimos denunciado en esta misma plazoleta. Medidas que van desde la reducción presupuestaria hasta la desintegración de áreas especializadas en las investigaciones judiciales que resultan imprescindibles para el avance en los juicios a los represores y sus cómplices civiles. Juicios que están retrasados, retraso que evidencia como un sector del Poder Judicial sigue siendo colaboracionista y cómplice de viejas prácticas, obstaculizando así el camino hacia la Verdad y la Justicia. Así lo intentó el año pasado la Corte Suprema de Justicia cuando falló a favor del represor Luis Muiña pretendiendo otorgarle el beneficio del 2×1. La rápida y masiva movilización de todas y todos aquellos que no olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos hizo del 10 de mayo de 2017 un momento histórico, una nueva plaza en la que con los pañuelos de nuestras Madres como símbolo volvimos a decir ¡Juicio y Castigo! Y fue tan contundente que hace pocos días la misma Corte Suprema dio marcha atrás con aquel fallo al determinar que el beneficio del cálculo del 2×1 no es aplicable a penas por delitos de lesa humanidad. Este cambio no es resultado tan solo de tecnicismos judiciales sino del repudio y el rechazo de una sociedad que supo y sabe decir ¡NUNCA MÁS! Quedó demostrado que cuando nos movilizamos podemos poner frenos a políticas y decisiones arbitrarias que pretenden negar lo sucedido, beneficiar a los represores y sus cómplices civiles. No permitiremos volver al país de la injusticia. Por eso seguimos denunciando que este año también se han implementado medidas que significan un retroceso. Tribunales federales han concedido beneficios a ex jefes militares, tales como permisos para vacaciones, prisiones domiciliarias e incluso excarcelaciones; es continuo el desfinanciamiento en áreas de DDHH y a todo esto se agrega el reciente decreto presidencial que pretende instalar una reserva ambiental en Campo de Mayo. Este decreto es absolutamente representativo de la política negacionista de este gobierno al desconocer la importancia de este lugar ya que allí funcionaron al menos tres centros clandestinos de detención en los que permanecieron secuestrados alrededor de cinco mil víctimas y se estima que nacieron 30 bebés durante el cautiverio de sus madres. De concretarse las modificaciones que el decreto propone para Campo de Mayo estaría en riesgo la posibilidad de recuperar los restos de varios de los compañeros y compañeras desaparecidas que se presume se encuentran allí.
Podríamos seguir largamente respecto a estas y otras políticas del macrismo, pero en este punto queremos rescatar lo que nuestras Madres y Abuelas nos han enseñado a lo largo de más de 40 años. Nos enseñaron a denunciar, a resistir, a buscar, en definitiva, a luchar pese a todo. Es por ello que en este contexto adverso solo nos queda seguir en la calle, seguir denunciando, seguir organizándonos para volver a construir un país que incluya a todas y todos y que respete plenamente los DDHH. Esto solo será posible con la organización y movilización de quienes creemos que otro país y otra región son posibles. Los hemos vivido recientemente, los hemos experimentado, sabemos que es posible y por eso tenemos que recuperarlos.
En lo que a esta Comisión respecta continuaremos militando activamente para que en Luján siga ARDIENDO LA MEMORIA,
¡PORQUE ELEGIMOS MEMORIA Y PORQUE LA MEMORIA RESISTE!
Comisión de Familiares y Amigos de Detenidos Desaparecidos-Luján