Las fotos que publicó la revista europea Domus, especializada en arquitectura y urbanismo, acompañaron una extensa nota referida al barrio de la Tupac Amaru en Jujuy. La publicación es editada en inglés e italiano, lleva la firma de un tal Justin McGuirk. El periodista también escribe para el británico The Guardian. Y en ambas notas destaca el cartel de la entrada a uno de los barrios: “Bienvenidos Al Cantri”. (http://justinmcguirk.com/revolutionary-housing-argentina). Texto original editado en 2011.
Escribe Diego Cirilli
Dentro del barrio se encuentra una vasta pileta de natación, un parque con figuras de Jurasic Park y una réplica del Templo Inca del Tiwanaku. “A la distancia se parece a un barrio de clase trabajadora de Liverpool, excepto que es el noroeste argentino”, escribe McGuirk. También los tanques de agua con la cara del “Che” Guevara en uno de los complejos de viviendas sociales “que nunca se ha visto”.
En «The Guardian», se subraya que “la Tupac Amaru posee su propio sistema de construcción de viviendas, sus propias fábricas, escuelas y centros de salud, un título de autosuficiencia que nos da la conclusión de que la Tupac Amaru efectivamente es un Estado sin el Estado”.
En una de las notas, el periodista revela con sorpresa que el taxista que lo acercó hasta la sede de la organización le advirtió: “Ten cuidado con esa gente ellos son peligrosos”. Y define a “su líder, una mujer colla diminuta llamada Milagro Sala que su reputación es como la de un santo y un pecador«.
“La leyenda sobre Milagro sostiene que ella fue abandonada en una caja de zapatos en la puerta de un hospital siendo bebé. Luego se escapó de su madre adoptiva a los 14 años para convertirse en una chica de la calle y se introdujo en pequeños delitos que eventualmente la llevaron a prisión”. Sigue la nota: “Desde ahí ella emergió como una líder natural, organizando una huelga de hambre para mejorar la comida y ayudar a las mujeres a leer y escribir. Ya más grande se enroló en la Juventud Peronista y en el gremio de ATE”.
Otro párrafo: “Su consecuente imagen política es en parte revolucionaria y desde otro punto de vista como La Madre Teresa. A pesar de una niñez y adolescencia dificultosa, Milagro es una mujer poderosa en la Argentina. En su oficina hay cuadros de ella con la Presidenta Argentina Cristina Kirchner y el Presidente de Bolivia Evo Morales, a quien ella llama Comandante Evo”.
La Tupac Amaru creó fábricas de metalúrgica, bloques y adoquines, haciendo el proceso de construcción mucho más eficiente. Recibe U$ 23.000 por casa -un 50% menos que el que reciben las compañías- y construye las casas cuatro veces más rápido que el sector privado. Una razón es que ella emplea gente pobre como fuerza de trabajo que deben hacer una casa que luego será su propia casa y se las asignan a la gente necesitada.
La construcción de ellos mismos es destacable. El modelo del diseño lo hizo a mano el Ministro de Viviendas y consiste en 50mts2, es una medida estándar. Cuenta con una cocina comedor, baño, dos habitaciones y un jardín pequeño atrás. No están involucrados arquitectos. El colegio de arquitectos local demandaba grandes honorarios. Es difícil de entender el particular urbanismo que la Tupac Amaru ha creado, la combinación de las figuras de Disney y un socialismo reformista.
En cada casa esta estampada una cara: puede ser el mismo Tupac Amaru (el líder inca del siglo XVIII que se rebeló a los españoles y de donde el movimiento tomó el nombre); o Eva Perón, el talismán femenino argentino; o el “Che” Guevara, el socialista revolucionario (la cara de Guevara también esta dibujada en las paredes de las fábricas).
Esto es sólo una pequeña parte de la iconografía de la organización: los dibujos radicalizados en las remeras, el populismo argentino y el folklore étnico local. La urbanización de los parques de Alto Comedero es sui generis, lo que Tupac Amaru crea y resguarda en sus fábricas elimina todos los intermediarios –los proveedores, constructores, compañías y arquitectos-, y lo puede reinvertir en la comunidad como un gran gesto a la sociedad.
La nota concluye con un párrafo notable: “En contraste con la villas miserias de Argentina, el Barrio de la Tupac da la sensación de una exclusiva comunidad enrejada, pero sin rejas. La vivienda social es comúnmente un propósito de eliminar lo no esencial de manera que el gasto del estado sea minimizado o que las ganancias privadas sean maximizadas. Pero, cómo definir «lo esencial». Una pileta de natación es una manera económica de dar a los pobres el sabor del orgullo cívico, de crear una comunidad que experimente placer y no sólo sufra el vivir aglomerada”.
Y remata: “El logro más notorio de la Tupac Amaru es haber forjado un espacio de territorio independiente del tablero del juego capitalista”.
En el día de su cumpleaños, y que por tercera vez no lo puede celebrar debido a su prisión arbitraria e ilegal, una mirada desde el extranjero que nos convoque a pensar y reflexionar el modo en que vivimos nuestra democracia, las presas y presos políticos y la construcción de un sentido en común por lo publicado en los medios masivos de comunicación.