
La cooperativa láctea arrastra una situación delicada desde hace varios años, con un pasivo estimado de 250 millones de dólares.
En un paso decisivo para su futuro, la empresa láctea SanCor Cooperativas Unidas Limitada (CUL), con sede en Sunchales, al oeste de esta provincia, solicitó formalmente la formación y apertura del concurso preventivo de acreedores.
Para los analistas del sector, se trata de una medida previsible en función de los elementos que se venían conociendo, como la falta de materia prima, que obligó a la reducción de su planta de personal; la imposibilidad de obtener recursos frescos, dado que no logró avanzar en un acuerdo con inversores interesados, y la acumulación de deudas que mermaron toda estrategia de producción y operaciones.
El trámite, que se evalúa como el trazado de una línea en un intento de recomponer los objetivos, fue asignado, por sorteo, al Juzgado de Primera Instancia de distrito en lo Civil y Comercial de la Cuarta Nominación de la ciudad de Rafaela, quien esta misma semana comenzará a ordenar diligencias administrativas para ir conociendo las razones evaluadas por la cooperativa para solicitar esta intervención judicial.
Mediante un comunicado, la empresa expresó: “Tras atravesar una profunda crisis en 2017, la cooperativa inició un proceso de reestructuración que fue cumpliendo distintas etapas. Este plan incluyó una instancia extrajudicial, así como la venta y cierre de varias dependencias productivas, comerciales y administrativas. Estas medidas permitieron una paulatina estabilización de la situación que transitaba la cooperativa”. La firma pasó de tener 12 plantas a seis.
“Con el paso del tiempo, SanCor evaluó diferentes alternativas y mantuvo negociaciones con un grupo empresarial interesado en desarrollar un fideicomiso que impulsara su recuperación. Sin embargo, luego de dos años, esa iniciativa no prosperó, lo que marcó un punto crítico en el camino de la Cooperativa”, señalaron.
También se recordó que “a fines de 2023, y hasta agosto de 2024, SanCor, por razones que son de público conocimiento, vio reducida sustancialmente su operatoria, afectando su recuperación”, en clara alusión al conflicto que mantuvo con la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea Argentina (Atilra), que finalizó luego de 10 meses, dejando a la empresa al borde del quebranto, ya que en ese período no alcanzó producción y perdió el escaso mercado que poseía.
A pesar de este panorama, el comunicado indicó: “SanCor continuó dialogando con nuevos interlocutores interesados en participar del negocio, logrando progresos significativos en dichas gestiones. Sin embargo, antes de avanzar con cualquier iniciativa concreta, la cooperativa debe resolver los problemas derivados de sus deudas y otras circunstancias que podrían frustrar futuras negociaciones. En este contexto, y con el objetivo de ofrecer una solución a todos los interesados, SanCor decidió dar este paso judicial”.
“Aunque los resultados de esta medida no pueden preverse con certeza, la cooperativa confía en que las partes involucradas llegarán a un entendimiento. Esto permitirá concretar, con el apoyo de herramientas técnicas y financieras adecuadas, una solución definitiva que garantice la consolidación de SanCor. Asimismo, en virtud de lo mencionado anteriormente, se aplicarán todos los pasos determinados por los procedimientos que establece la justicia actuante, y de los cuales iremos informando a medida que corresponda”, concluyó.