83 años de corazones pintados de negro y amarillo

Cuenta la historia que una persona de origen belga, llega a la localidad de Jáuregui para hacer historia. Él se llamó Julio Steverlynck, y decidió inaugurar en Argentina el emprendimiento familiar: una fábrica de telas. Pero para él no era una empresa cualquiera, sino que el quiso que sea fábrica con vida social propia. Es por eso que a sus empleados no sólo les dio una casa para vivir, sino que también quiso fomentar el deporte y dejó que ellos jueguen al fútbol en sus ratos libres, en una cancha construida dentro de Algodonera Flandria.

Con una bandera negra y amarilla plantada en la cancha, los trabajadores empezaron a ponerle nombre a sus equipos, pero el que más sonó fue «Flandria». Para ese entonces, en 1940 se inauguró un campo de deportes llamado «el Chano» y ya para el 9 de febrero de 1941 se creó la primera comisión directiva del club Flandria, presidida por José Delesie, que estaba integrada por los siguientes miembros: Armando Galcerán (Secretario), Abel Etchart (de Actas), Alberto Perazo (Tesorero) y Norberto Dezarnaud (Pro).

Luego de jugar ligas locales lujanenses, en 1946 se concede la personería jurídica y un año más tarde la institución ingresa en AFA. Consigue su primera estrella en 1952 cuando asciende a la C, en la que por varios años logró buenas campañas. En el medio, precisamente en los años 50, comenzó la construcción del Estadio Carlos V, un espacio que con el paso del tiempo pudo crecer enormemente, a pesar de algunas circunstancias difíciles que tuvo que atravesar.

Para 1972 Flandria asciende a la B, la segunda categoría del fútbol argentino en ese momento, pero para 1979 la situación se complicó, y descendió a la vieja conocida C. Nueve años más tarde, logra ascender otra vez a la B Metropolitana.

Como todo, llegaron los años de auge para la institución. No sólo futbolísticas, consiguiendo dos grandes ascensos a la Primera Nacional (2016 y 2021), sino también a nivel edilicias y deportivas. El club logró traer a jugadores de renombre, logró inaugurar nuevos espacios en el Estadio, sumar categorías de fútbol infantil, sumar categorías de fútbol femenino, embellecer y darle una nueva cara a su sede social, mejorar y aumentar el nivel de socios. Y así muchas cosas más que no sólo están a simple vista, sino que también puede observarse de cerca quienes trabajan día a día para que Club Social y Deportivo Flandria siga creciendo.

Club Social y Deportivo Flandria cumple 83 años de una gran historia que conquista corazones. Porque se trata de una institución que siempre luchó desde abajo por conseguir todo que tiene hoy, y que particularmente es muy querida por sus hinchas, por sus simpatizantes, por su pueblo. Muchos de los jugadores que ya han participado de su plantel, deciden volver, por el sentido de pertenencia que te genera ser o jugar para el Canario.