Una jornada de júbilo se vivió en la localidad fundada por Don Julio Steverlynck, es que una vez más un embajador de Bélgica en nuestro país visitó el lugar para conocer en persona el legado vivo del visionario que llegó a nuestros pagos en 1928. Fue recibido en horas de la mañana por el Intendente Boto en el Municipio, luego recorrió el Parque Industrial Villa Flandria, la Estancia Santa Elena, el Colegio San Luis Gonzaga, participó de un almuerzo con entidades del pueblo en el Edificio Flandria, y por la tarde visitó el Estadio Carlos V, el Club Náutico El Timón y el Monumento que recuerda a Don Julio y señora.
El Embajador de Bélgica en Argentina, Paraguay y Uruguay, Karl Dhaene visitó este martes Villa Flandria con el objeto de al igual que su antecesor Peter Maddens ver en persona el legado vivo de Don Julio Steverlynck, empresario belga que se radicó en Argentina en 1924 y que en 1928 llegó al caserío ubicado en torno a la Estación Jáuregui del Ferrocarril Oeste de aquella época y lo transformo en un pujante pueblo, a costa de la empresa que fundó: Algodonera Flandria.
Dhaene comenzó el periplo siendo recibido por el Intendente Municipal del partido de Luján Leonardo Boto en la sala de situación del Palacio Comunal. Luego se trasladó a Villa Flandria donde efectuó una visita al Parque Industrial Villa Flandria I, donde fue anfitrión el presidente del conglomerado Carlos Diforti que junto a Claudio Tuis le contaron la historia del lugar en el Museo Textil que hay allí en las instalaciones de la ex Algodonera Flandria.
Luego, la comitiva se dirigió a la Estancia Santa Elena, hogar de la familia Steverlynck, donde Tomás Steverlynck los recibió y los hizo recorrer el lugar. Seguidamente el Embajador visitó el Instituto San Luis Gonzaga, institución fundada por Don Julio en 1934, y recorrió sus instalaciones, incluido el taller y la FM Asteroides, radio escolar, donde fue entrevistado por alumnos de la institución.
Al mediodía Dhaene se dirigió al Edificio Flandria, sede del club del mismo nombre, fue saludado nuevamente por Leonardo Boto y fue recibido por el presidente de la entidad canaria, Juan Bianchi. Allí Se efectuó un almuerzo en donde una veintena de instituciones villaflandrinas le comentaron su historia y quehacer diario, quedando el diplomático muy satisfecho por lo escuchado. En el lugar, manifestó que quiere seguir la tarea emprendida por su antecesor Peter Maddens de estrechar vínculos con el pueblo y sus entidades y que en Villa Flandria se siente como en su pueblo natal, Kortrijk (también el pueblo donde nació Don Julio) por la similitud entre ambos lugares. del almuerzo de camaradería participaron además Jorge Steverlynck, nieto de Julio y la Diputada y Senadora MC María Inés Fernández que fue reconocida por su invalorable aporte a la escrituración de sus predios de las instituciones que habían quedado dentro de la quiebra de la vieja Algodonera Flandria.
Posteriormente se dirigieron en comitiva al Estadio Carlos V, donde el Embajador observó no sólo la infraestructura existente sino las vastas obras que se están llevando a cabo en el lugar y luego visitó el Club Náutico El Timón y el Monumento que recuerda a Don Julio Steverlynck y su esposa Alicia Gonnet.
Una jornada signada por la historia, el presente y el futuro que unen a Bélgica y Villa Flandria en el legado de aquel visionario, extraordinariamente sensacional, que nos dejó a los que nacimos y vivimos en el pueblo una idiosincrasia, una manera de vivir, un paraíso.