Impulsa el Frente Renovador la utilización de Aceite de Cannabis en el Sistema de Salud Pública

A través de un proyecto de comunicación la bancada presidida por Federico Guibaud busca que el Municipio permita y favorezca en el Hospital Municipal y Centros de Atención Primaria de la Salud el uso del derivado de la planta.

Este martes el bloque del Frente Renovador presentó un proyecto de comunicación dirigido al presidente del Concejo Deliberante de Luján, Ariel Notta, en el que solicita “al Departamento Ejecutivo que incorpore al Sistema de Salud Pública del Municipio de Luján, los derivados a base de Cannabis para uso medicinal y/o terapéutico para el tratamiento de síndromes, trastornos, enfermedades y patologías tales como epilepsias, enfermedades degenerativas, cáncer, náuseas y vómitos derivados de quimioterapia, VIH – Sida, autismo, Síndrome de West, dolores crónicos, fibromialgia, glaucoma, esclerosis múltiple, Parkinson, enfermedades poco frecuentes, tratamiento del dolor, estrés post-traumático y de cualquier otra condición de salud, existente o futura, que considere conveniente la Autoridad de Aplicación”.

En su artículo segundo, pide “que desde el área de salud del municipio, fomenten y acompañen la utilización del aceite de cannabis de uso medicinal, así como el seguimiento en la elaboración de normas y disposiciones atinentes a la materia”. En tanto el artículo tercero establece que “desde el área de salud del municipio, fomenten la generación de convenios e impulsen de políticas públicas que vayan con una mirada integral y en pos de garantizarle a la sociedad el acceso al producto”.

En los considerandos, destacan que “el aceite cannábico tiene reconocimiento mundial del exitoso uso terapéutico para, por ejemplo, diferentes padecimientos, como el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), la epilepsia refractaria y el cáncer; como también calmar los dolores crónicos.  Dos de los efectos más importantes del cannabis medicinal descriptos por la medicina tradicional son su valor analgésico y antiinflamatorio”, y que “el uso del aceite de cannabis con fines medicinales no debería ser objeto de persecución penal a quien intenta acceder a ella para superar ciertas afecciones o disminuir su padecimiento con el menor dolor posible”.

“El uso ha demostrado mejores resultados que la medicina tradicional en niños que sufren patologías como el Síndrome de Dravet y que desde muy temprana edad sufren repetidas y fuertes convulsiones, ocasionándole deterioro cognitivo, problemas motores y perdidas de pautas madurativas”, ponderan.

“La Ley Nacional N° 27.350 de Investigación Médica y Científica del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus derivados, publicada en el Boletín Oficial de la Nación el 19 de abril de 2017, tiene por objeto establecer un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico o paliativo de la planta de cannabis y sus derivados; y propone la creación, en el ámbito del Ministerio de Salud, de un programa nacional para el estudio del uso del cannabis medicinal”, enfatiza el texto.

“Que en nuestro país, el ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) autorizó el 17 de febrero de 2016 la importación de aceite de cannabis para cinco pacientes que sufren de epilepsia refractaria. Además, en su «Informe ultrarrápido de evaluación de tecnología sanitaria. Usos terapéuticos de los cannabinoides» del 8 de Junio de 2016, presentó los enormes resultados en cuanto a la eficacia y seguridad del uso medicinal de los cannabinoides para el tratamiento del dolor crónico, náuseas y vómitos debido a quimioterapia, estimulación del apetito en infección HIV/ SIDA, espasticidad debido a esclerosis múltiple o paraplejía, síndrome de Tourette y epilepsia refractaria a los tratamientos convencionales, en pacientes de cualquier edad”, dan cuenta.

“Que en noviembre del año pasado, se inició en el Hospital Garrahan el primer protocolo de investigación con cannabis medicinal, publicando este añolos primeros resultados: un 80% de los niños tratados mejoraron su salud y su calidad de vida. Todos ellos de una edad entre 7 meses y 17 años, presentaban epilepsia refractaria entre otros cuadros neurológicos. 8 de cada 10 tuvieron resultados positivos: el 30% redujo sus convulsiones hasta un 90%. Ninguno sin responder a tratamiento alguno”, señalan.