Poli animó a los servidores de la peregrinación juvenil a Luján

El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli, presidió en el santuario San Cayetano, de Liniers, la misa de envío de los servidores de la 45ª Peregrinación Juvenil a pie a Luján. Y los animó: “Bueno, háganlo porque es Cristo el peregrino en cada uno de nuestros hermanos. Ellos caminan, ustedes sirven”.

El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli, presidió en el santuario San Cayetano, de Liniers, la misa de envío de los servidores de la 45ª Peregrinación Juvenil a pie a Luján.

Unos 6.000 servidores asistirán, desde 15 puestos de apoyo y 56 sanitarios, a los peregrinos que participarán el próximo fin de semana de la manifestación pública de fe que llevará por lema “Madre, ayúdanos a unirnos como Pueblo”.

La misa de envío fue concelebrada por los presbíteros Matías Viñas, Juan Bautista Xatruch, Arturo Fernández, Martín Bernal y Pedro Brunori, mientras que dos seminaristas sirvieron en el altar.

Antes de comenzar la misa se proyectó un video sobre el significado amplio de servir a los peregrinos: acompañar, consolar, curar, alentar, contener, escuchar, asistir, sostener…

En la homilía, el cardenal Poli recordó que el más grande en el servicio a la peregrinación es el que “sirve discretamente, el que hace su tarea sin ventilarlo, sin pavonear, muy humildemente o, como decimos nosotros, bajo perfil”.

“Ese es el más grande a los ojos de la Virgen y de Dios”, sostuvo.

El purpurado porteño explicó cuál será la imagen que se verá este fin de semana: “Que el Santo Pueblo de Dios, que tiene rostro joven, pero tiene todos los rostros (de niños, también de adultos, algún anciano que peregrina) y sabe que puede ir seguro por el camino, porque hay mucha gente que se pone al servicio de ellos”, destacó.

El arzobispo afirmó que “Jesús se presentó como el gran peregrino del Padre” y animó al servicio: “Bueno, háganlo porque es Cristo el peregrino en cada uno de nuestros hermanos. Ellos caminan, ustedes sirven”, puntualizó.

“Pero el santo Pueblo de Dios no se limita a caminar y a servir. Está en las camas de los hospitales escuchando la radio de los peregrinos. Están los hogares que rezan por los chicos y chicas que fueron caminando. Por el compañero del trabajo que no pudo dejar el trabajo pero que fue con el amigo”, indicó.