El proyecto a favor del aborto legal volvió ayer a contar con estado parlamentario por octava vez, en una presentación multipartidaria en la Cámara de Diputados. Siguiendo la línea del esquema en el Congreso, en Luján se realizó el Pañuelazo en acompañamiento a la presentación.
La iniciativa se discutió el año pasado y logró media sanción en Diputados, pero fue rechazada en el Senado. La polémica implicó a todos los bloques políticos, que se dividieron en los bandos a favor y en contra.
La nueva redacción, con modificaciones a la que el 14 de junio de 2018 aprobó la Cámara de Diputados por 129 a 125 votos, establece que las mujeres e “identidades con capacidad de gestar”, podrán acceder al aborto voluntario, legal y seguro hasta la semana 14 de gestación.
La práctica deberá garantizarse de forma gratuita en hospitales y centros de salud públicos y con una cobertura total si se cuenta con obra social, mutual o empresa de medicina prepaga, dado que se exige que la práctica sea incluida en el Plan Médico Obligatorio (PMO). Se ratifica además que más allá del plazo de las 14 semanas de gestación, las mujeres y personas con capacidad de gestar tendrán derecho a acceder al aborto en caso de violación o si corre riesgo su vida o su salud integral.
El proyecto propone la completa despenalización de las personas que deciden abortar y no incluye la objeción de conciencia de los profesionales de la salud, ya que considera esta práctica de salud como “un derecho, cuyo ejercicio no puede negarse ni vulnerarse por creencias religiosas, valores personales o morales”.