El miércoles 30, tal como se había establecido en las asambleas barriales, se presentaron en el Palacio Municipal vecinos y vecinas de más de 10 barrios y localidades del Partido para hacerle entrega al Intendente Oscar Luciani de un documento con los reclamos y un pedido de audiencia.
«Desde hace años la obra pública viene siendo un reclamo generalizado, se han presentado pedidos formales e informales, individuales de vecinos y vecinas, reclamos realizados desde las Sociedades de Fomento, desde espacios de organizaciones barriales y el resultado de todos ellos se reflejan en la realidad que hoy hace que nos convoquemos aquí». Así se inicia el documento que portaban un centenar de vecinos y vecinas que se hicieron presentes durante la mañana del miércoles para entregárselo personalmente al Intendente Oscar Luciani.
Ante la ausencia del titular del Ejecutivo, de la Secretaria de Gobierno Rita Salaberry y gozando de vacaciones el Secretario de Obras y Servicios Públicos Marcelo Gutiérrez, no hubo funcionario o funcionaria que pudiera responder ante el pedido, anticipado y conocido perfectamente por todos los estamentos gubernamentales. También se reclamó la presencia de Fernando Casset como Presidente del Concejo Deliberante pero no se pudo dar con él tampoco.
«Es lamentable que nos encontremos reclamando por la realización de obras de mantenimiento básico cuando nuestras necesidades en realidad van más en pos exigir una genuina política de urbanización, que es la contra cara de la política de este gobierno, que favorece desarrollos urbanísticos privados a costa de la calidad de vida de los barrios populares y localidades de Luján».
Ante la ausencia, se decidió permanecer con una presencia permanente en la Plaza Colón hasta ser recibidos por el Intendente. Se levantó una carpa y se convocó a concurrir a distintas actividades que permitan hacer visible la situación que se vive. Y que muy bien expresa el documento presentado:
«La triste verdad de vivir en nuestros barrios hoy significa:
- Vivir inundados y/o anegados por la falta de zanjeos, cunetas, alcantarillas, obras de desagüe pluviales y la falta de mantenimiento de las mismas, esto provoca que los accesos en los barrios se deterioren y como se viene dando en el último año, se genere la amenaza constante y a veces efectiva de que deje de ingresar el transporte público, que en sí mismo ya tienen un recorrido limitado (cuestión a la cual su gobierno nunca gestionó una solución). Tampoco es seguro el ingreso de camiones de residuo, ambulancias, bomberos y patrulleros limitando aún más nuestros derechos.
- Vivir desbordados/as de basura con potenciales focos infecciosos ya no se limita a una problemática exclusiva de los barrios linderos a “LA QUEMA”, sino que es el resultado de la falta o insuficiencia permanente de una política adecuada de recolección y disposición de los residuos que afecta a la totalidad de los barrios ya que la planificación de la recolección es limitada en capacidad y frecuencia.
- Vivir dentro de los barrios con calles obscuras o escasamente iluminadas limita la circulación y el desarrollo de actividades particulares y públicas. Se supone que tanto la tasa de alumbrado como el fondo de seguridad ciudadana prevén esta situación pero lo cierto es que ver donde pisar hoy es un privilegio. Las luminarias, semáforos, sendas, veredas, bicisendas, alarmas comunitarias y la transitabilidad otorgan a cada ciudadano/a mayor libertad y tranquilidad de circular, y entendemos que con todo lo antes dicho se expresa también el pedido de mayor seguridad».
Firmaron vecinos y vecinas de los barrios San Pedro, Santa Marta, San Fermín, San Francisco, La Loma, Los Laureles, Ameghino, Parque Esperanza, El Ceibo, Pueblo Nuevo, Cortinez, Olivera, La Palomita, Luna, Juan XXIII, Lanusse y Elli. Además se le entregó un relevamiento de cada barrio con sus necesidades y se puso en conocimiento y se dejó registro de lo que sucede en el Taller Uno con la maquinaria y las herramientas faltas de mantenimiento y en un total abandono.
En la carpa, durante la noche se realizó una peña con artistas que se acercaron para acompañar el reclamo y así aunar voluntades a ser escuchadas.
Hubo un principio de acuerdo donde el Intendente informó que el viernes 1 de febrero en horas del mediodía recibiría a una representación vecinal, pero con la condición que levanten la carpa y que no haya medios en la audiencia. Estas condiciones no han sido aceptadas por la asamblea vecinal. Se espera una nueva negociación donde es prioritario recibir respuestas directas sin promesas futuras.