La comunidad educativa de las Escuelas Primaria 16 y la Secundaria 14 de Jáuregui siguen movilizadas en búsqueda de una solución definitiva a los graves problemas edilicios.
«Ya no podemos esperar más, se tiene que morir un pibe para que vengan«. Así están los ánimos en Jáuregui. Y no es de ahora. Según nos cuenta Sandra Martini «la raíz de todo viene desde septiembre de 2017 que fui a decirle a Flosi en qué condiciones estaban los techos.
En octubre de ese mismo año, la Presidenta del Consejo Escolar le admitió a Sandra que «no era prioridad del distrito, que a medida que se relevara, se harían las urgencias.
Así las cosas, un grupo de padres y madres se organizaron y lograron colocar unas chapas donadas por el Concejal Guibaud y así terminaron el año, al menos podía estar sin mojarse.
Ya en marzo de 2017 habían venido a ver los techos desde Infraestructura de la Provincia. Y otra vez en marzo de este año para «verificar vaya uno a saber qué«. En abril, se publica el expediente en la página del municipio. Pero hasta el abrazo al edificio en el mes de agosto, no arrancan las obras. «Las seguimos de cerca. Nunca entendí por qué estuvieron 23 días sin trabajar hasta que fui al Municipio a reclamar y otra vez arrancaron«. «El trabajo está mal hecho. Sacaron las chapas y dejaron la losa al descubierto. Llovió y se penetró en la losa y ahora son las aulas inundadas de agua y las paredes electrificadas«. Pero claro, Marcelo Gutiérrez llegó al decir que «no se van a morir los pibes por la electricidad«, lo que llenó de indignación a los familiares que fueron a la entrevista.
La comunidad educativa busca soluciones. Y son urgentes. Porque están sin clases. Y justo a fin de año que están con todos los cierres del desarrollo escolar. Basta ya de evadir responsabilidades. Quieren una respuesta YA.