Ocurrió en la noche del sábado. Atacaron la Sociedad de Fomento y la Salita de Salud que está en la misma dependencia. El municipio tiene que hacerse cargo.
“Nunca lloré tanto como este domingo” nos contaba Nora Cartolano, presidenta de la Sociedad de Fomento y que tanto hace por el bien del barrio. “No puedo entender cómo puede ser que nos ataquen así. Hace más de un año que vengo pidiendo al Municipio y al Consejo de Seguridad la alarma y puertas nuevas para que esto no pase. Pero no tenemos respuestas. Voy a seguir insistiendo porque robaron lo que es de todo el barrio”.
Talleres, deportes, charlas sobre temáticas comunitarias, atención a las necesidades particulares, disposición ante evacuados en las inundaciones, centro de referencia continuo para quien pretende ser ayudado. Rompieron puertas, baño, robaron los elementos de la escuela de boxeo y de la salita se robaron el televisor, el teléfono de flota, la computadora (que luego fue recuperada en un lote abandonado con pastos altos del barrio que da a los fondos de la sociedad de fomento).
Nora presentó en el día de ayer notas sobre este episodio y sobre otras necesidades urgentes del barrio a la dirección municipal «Entidades Intermedias» a cargo de Rubén Spaltro para que puedan hacerse cargo. Lo que llama la atención es que no le presten debido cuidado a sus propias dependencias como son las Salitas de Salud (CAPS) ni protejan a sus empleadas dejándolas a la deriva y sin una pronta respuesta satisfactoria. Hoy se reunión con el Secretario de Seguridad Marcelo Oberti y en estos días, desde el Consejo de Seguridad instalarán la alarma prometida.
“El que llora no mama”, dice el tango. Tienen que suceder estos hechos vandálicos para que el municipio tome cartas en el asunto y se haga cargo de lo que le corresponde.
