Con la puntualidad acostumbrada, las Madres de Plaza de Mayo llegaron a las 12 a la Basílica Nacional para recordar los 40 años de aquella peregrinación en la que, a modo de visibilizar a sus hijas e hijos desaparecidos, caminaron con un pañal de tela blanco en la cabeza. De ropa íntima y delicada a símbolo global de lucha y coraje. “Caminamos siempre al borde de la muerte” dijo Hebe de Bonafini, quien con 8 madres más se hicieron presentes en Luján.
Escribe Diego Cirilli
Como profecía divina, mientras se realizaba la ronda, se escuchaba el Magníficat en la lectura del Salmo en la misa que se estaba celebrando simultáneamente. “Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos”.
La ronda duró apenas 11 minutos. Lo suficiente para mostrar la hondura del gesto. Luego Hebe haría la comparación del silencio eclesial hace 40 años y la realidad de hoy en la que se le acercaron el obispo, sacerdotes y fieles a darle gracias por la enseñanza durante estos años. Queda mucho por recorrer aún y son momentos en los cuales se reviven las prácticas de antaño.
Luego, frente al Museo Udaondo, esperaba en el escenario el Coro CUMPA. Éste forma parte del Instituto Universitario de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo y nació como instrumento de expresión de los sentimientos, la historia, el pensamiento y la proyección social y artística de Las Madres. Bajo la dirección del Maestro Zetner interpretaron su cancionero habitual y musicalizaron una jornada llena de emoción y recuerdos. Para dar paso a las palabras de Hebe, cerraron su participación con Canción de Alicia en el país de Charly García.
Contundente y esclarecedora, Hebe contó la historia de aquel octubre de 1977: “Haber venido caminando hasta Luján, un pequeño grupo, porque no todas se animaron a venir, un pequeño grupo con el pañuelo para hacer visibles a los hijos, para pedirle a los que rezaban por los obispos, por los papas, por los pobres que había miles de desaparecidos que necesitaban también un rezo. Y así conseguimos también que rezaran todos a los gritos por nuestros hijos. Y llegamos a la Basílica. Con miedo de volver, cómo hacemos. Porque no era solo llegar, era cómo volvíamos, porque cada uno tenía cómo y nosotras como pudimos. Algunas nos quedamos hasta el otro día porque no había en qué volver tiradas en el pasto llorando. Sí, sí, llorando. Pero bueno, aquí estamos”.
Además de contar cómo seguían las rondas como modo de resistencia, se refirió al tiempo presente. “Yo lo único que les puedo prometer es que las madres vamos a luchar mientras tengamos un minuto de aire para respirar, porque no vamos a abandonar por más años que tengamos esta lucha que nos ha tocado tan dura y sobre todo contra este gobierno que es un enemigo feroz, que viene por todo, que es traidor, que es trapero, que te atacan por atrás y que ayer nos dio un golpe certero a las madres, que ya el lunes se van a enterar, pero hoy igual estamos acá, para que vea que no hay nada que nos doblega, nada que nos pare y que la consigna «no pasarán» tiene que ser la consigna de todos: «no pasarán», a la casa de las madres no pasarán, no pasarán… Esa es la consigna. Estamos contentas, satisfechas, orgullosas de nuestros hijos, que son ustedes. De ellos que nos enseñaron tantas cosas, de esos hijos maravillosos que dieron un paso tan inteligente para poner su cuerpo y su vida y su juventud y sus esperanzas. Queridos hijos, las esperanzas de ustedes se están cumpliendo porque hay miles y miles que levantan sus banderas. Gracias hijos queridos… todos los hijos desaparecidos son nuestros hijos. Todos son iguales. A todos los amamos”.
Para cerrar el evento, uno de los integrantes de la banda Arbolito, Agustín Ronconi, le puso música a pedido de las Madres, al poema Cielo Blanco de Hamlet Lima Quintana. Un final a pura emoción, llanto y abrazo para estas mujeres, para estas «locas de la plaza» que son el ejemplo de lucha y coraje en la resistencia a la brutalidad ejercida.
El audio completo de las palabras de Hebe y la canción inédita de Cielo Blanco, el próximo miércoles en Desde Lejos No Se Ve, de 20 a 22 hs en PUNTO 3 FM – 105.3 Mhz.