La gobernadora María Eugenia Vidal junto al Ministro del Interior Rogelio Frigerio anunciaron un plan de microcréditos llamado “mejor Hogar”, que busca terminar con el consumo de garrafas en los hogares y así abaratar costos y “ayudar al bolsillo de la gente”.
Se estima que al menos unos 2,6 millones de hogares no tienen gas de red, pero de ellos un 10 por ciento está radicado sobre tendidos de caños, a los cuales no pueden acceder debido a los costos, que rondan en unos 20 mil pesos. Es por eso que para acceder al gas embasado gastan aproximadamente unos 1200 pesos mensuales.
«Hay casi 300 mil familias bonaerenses a las que les pasa el gas a menos de treinta metros de la casa y no tienen la conexión que les permita contar con este servicio y pagar menos, porque gastan muchos recursos en la garrafa, aunque tengan la garrafa social. Los vecinos están muy ilusionados con que el Estado haya llegado a los barrios con este servicio esencial», remarcó Frigerio.
Frente a esta problemática con la que conviven millones de argentinos, el gobierno nacional comenzó con un plan de microcréditos para conexión a redes de gas natural y para la compra de materiales con destino a mejora de la vivienda en los que incluyen a 30 municipios, entre ellos el municipio de Luján. El plan prevé un microcréditos en 60 cuotas de entre 9 y 16 mil pesos para la conexión a red.
«Estamos muy contentos con esta decisión del presidente y su equipo, de hacer que el gas llegue a la casa de la gente. Sabemos lo que les cuesta a las familias pagar las garrafas o la leña. Es muy caro todos los meses, y muchas veces significa no usar el horno para no gastar más plata. Con esto estamos ayudando al bolsillo de la gente», sostuvo la Gobernadora.
En principio, el plan cubrirá unos 30 partidos de la zona oeste y norte del Gran Buenos Aires atendidos por la distribuidora Gas Natural Fenosa, pero cada dos meses se estima que se irán sumando el resto de las distribuidoras del país.«Después de muchos años de esperar, las cosas empiezan a llegar», aseguró Vidal.
En la primera etapa, el gobierno espera sumar unas 100 mil viviendas a las redes de gas y trabaja con la empresa AYSA para repetir el esquema en la provincia con agua y cloacas.