Primera B Nacional: Flandria 3- Independiente Rivadavia -0
Flandria ganó, gustó, goleó, se alejó del descenso y depende de sí mismo para quedarse en la categoría.
Y hasta que un día se cortó el maleficio. Finalmente, luego de tanta espera, se salió de la zona de descenso, derrotando a uno de los rivales directos que luchan por permanecer en la categoría. Además, se volvió a ganar por tres goles, cosa que no sucedía hace mucho tiempo.
Corría el mes de agosto desde la última victoria 3 a 0 de Flandria. Más precisamente un 30 de agosto del 2015, cuando el canario derrotó a Almirante Brown en el Carlos V, en lo que era la primera victoria de la era Gómez Orsi (Goles de Alejandro González, Martín Rose y Pedro Sosa).
Además de seguir siendo el único equipo invicto en esta segunda rueda de la categoría, el canario sigue a paso firme, pese a las cuatro bajas con las que tuvo que sortear en este encuentro. Es que no estuvieron presentes algunos de los puntos más altos del equipo de la dupla. Ni Riveros, ni Altuna, Tampoco Bellone ni Gabriel Díaz, quienes tuvieron que cumplir una fecha de suspensión por llegar a la quinta amarilla. No es el caso de Mauro Bellone quien no se recuperó de aquel golpe sufrido en Corrientes.
Pero algo en lo que se destaca Flandria, es en saber cómo reemplazar piezas, y hoy no fue la excepción ya que los que ingresaron estuvieron a la altura de lo que se jugaba. Punto a favor para los técnicos. Caso aparte es la vuelta de Mario Musón, que tras 11 meses sin jugar (Último partido ante Atlánta), fue la figura del equipo y casi lo corona con un gol, si no fuera por el palo que le cerró la puerta luego de aquel cabezazo en el primer tiempo. Seri fue un soldado en la mitad de la cancha, Randazzo hoy se jugó el físico siendo el bombero que ingresó a cubrir el lateral derecho y Sossa siempre cumple.
Pero sin dudas hoy fue un partido ideal, en donde se abrió el arco y si no fuera por Aracena, el arquero del conjunto mendocino que le atajó un penal al perrito González, creo que se hubiera ganado por mayor diferencia. Otra de las buenas noticias es que volvió a mojar Pablo Bueno, que no lo hacía desde la rueda anterior justamente ante la Lepra en Mendoza, donde el canario igualó 1 a 1. Además del gol del Paqui, que venía flojo, y el tanto del picante Fergonzi que no viene teniendo tantos minutos en cancha.
La entrega de estos jugadores hace que sigamos ilusionados en mantener la categoría. Es que veo a Melivillo correr 50 metros a recuperar una pelota cerca del área de Griffo, o a Andrés Camacho que, con el cuchillo entre los dientes disputa cada pelota como si fuera la última y no puedo parar de aplaudir. De reconocer a estos jugadores que lo dejan todo dentro de la cancha.
También quiero destacar la solidaridad y unidad del grupo que le otorgó la cinta de capitán a Musón que retornaba. Un mimo y un gran gesto para con un guerrero que se jugó una pierna para conseguir el ascenso y que hoy terminó entre lágrimas al disputar su primer partido con la camiseta de Flandria en la élite del ascenso.
Será una frase hecha pero, la unión hace la fuerza y este equipo está más unido que nunca con un objetivo claro y se nota dentro del campo de juego. Ahora sí, fuera de todo, a pensar más tranquilos el próximo encuentro en Tandil ante Santa Marina. Rival difícil pero, si algo demuestra este plantel es que le encanta las difíciles.