Por Juan Meri
Para el peronismo local se viene un año electoral (Que ya comenzó hace rato) movido. Quienes siguen de cerca los vaivenes de la política de Luján habrán advertido la decisión de participar en la elección primaria del 13 de agosto venidero de al menos tres sectores internos del movimiento.
Es que Leonardo Boto no oculta sus deseos de renovar su banca, el “neo princismo” y aliados conformaron la “Corriente de Unidad Popular” con el claro objeto de participar en los comicios con o sin Miguel Prince y algunos integrantes del recientemente formado “Interbloque Peronista” han manifestado que no sólo es un armado para el trabajo institucional en el Concejo Deliberante sino que también tienen deseos de competir en las PASO.
Cuando presentamos este espacio en las páginas de TRIBUNA DEL PUEBLO dijimos que se trataría de un conglomerado de información, análisis y opinión. Eso haremos en esta nota. Presentar algunos datos, analizarlos y opinar sobre la situación. Al “Ver, oír y contar”, le agregamos “analizar y opinar”. Porque siempre es bueno que el lector sepa desde que lugar les contamos la información.
Si la elección primaria que definirá los candidatos peronistas para la general del 22 de octubre llegara a tener 3 listas participantes, se daría una situación que no ha tenido lugar en las elecciones de 2013 y 2015. En esas dos ocasiones, fueron dos los contendientes, con el mismo resultado. Dos listas: Una encabezada por Leonardo Boto (Que ganó en ambos casos) y la otra encabezada por Ariel Notta (Que perdió en ambos casos). En el período de tiempo entre la elección primaria y la general, y principalmente luego de las derrotas electorales de 2013 y 2015, no fueron pocas las acusaciones de la lista ganadora hacia la que quedó en el camino de “no haber colaborado lo suficiente” en la campaña. En lenguaje peronista “El que ganó no condujo y el que perdió no acompañó”.
Ahora bien: con la aparición de un tercer actor en esa elección primaria, indefectiblemente habrá una lista que saldrá primera, otra segunda y una restante tercera. Es una obviedad decir esto, pero da contexto a lo siguiente: Luego de la PASO del 13 de agosto, el peronismo tiene la oportunidad de agruparse o terminar de dividirse sin solución. Una lista pasará a la elección general; pues entonces ¿Qué harán las restantes dos? Veamos.
Si una acompaña al ganador de cara a octubre, la otra no tendrá más remedio que hacerlo o no. Si no lo hace, quedará muy en evidencia y sería casi un pecado político mortal. Tal vez sirva para agrupar a todo el peronismo, al menos en un objetivo común que será ganar las elecciones.
Pero… Si las dos listas que quedaran en el camino deciden tomar el camino conjunto de no acompañar a la ganadora, será otro golpe, esta vez sin solución, a la creciente atomización peronista existente.
Para ese espacio político serán los votantes, militantes, dirigentes y candidatos quienes decidan su suerte. Habrá que ver que hacen.