Por Matías Fernández*
El discurso anual del Intendente Luciani en el Concejo Deliberante dejó más precisiones simbólicas que discursivas. Su relato, centrado en un plan de obras faraónico, no se corresponde con la realidad de Luján: “Hemos encarado –con el explícito apoyo del Gobierno Provincial y del Gobierno Nacional- un amplio programa de obras públicas, que ya ha superado –en volumen e inversión- todos los planes encarados anteriormente en el distrito” expresó el Intendente.
Su salida abrupta y rápida, evitando a vecinos ante una fila de funcionarios poco entusiasmados y desencajados de la escena con la imagen final de la Secretaria de Gobierno sosteniéndolo para ayudarlo a llegar hasta la escalera para encerrarse finalmente en su oficina, marca el nuevo tiempo de Luciani: el del vecinalismo sin vecinos. Un Intendente que juega con la suerte de Luján en manos de funcionarios de medio tiempo e improvisados.
Para Luciani los temas críticos son todos heredados, desconociendo una vez más que su intendencia lleva cinco años.
Ante la ausencia de definiciones, emergencia es un término que bien sirve para identificar al gobierno municipal. Emergencia económico-financiera y administrativa de la administración municipal, Emergencia Sanitaria y Ambiental por el basural a cielo abierto, Emergencia Sanitaria por la crisis en el Hospital Municipal, Emergencia Textil por la crisis en el sector que pone en riesgo miles de puestos de trabajo. Lejos de encontrar soluciones a estos problemas, el oficialismo tiene una extraordinaria capacidad para dilatar y jugar al distraído. Los recortes que se vienen observando en programas nacionales no hacen más que agravar estos problemas, que además de la inacción del municipio encuentran ahora el desinterés del Estado Nacional.
Una crítica encendida a la oposición durante el discurso fue que “la Municipalidad no cuenta con el Presupuesto para este año 2017, como no contó tampoco con el Presupuesto para el año pasado, 2016”. ¿Qué contempla el presupuesto 2017 enviado por el oficialismo al Concejo Deliberante y aún no tratado por deficiencia del propio oficialismo? El proyecto oficial incluye un aumento de sueldo del Intendente para pasar a cobrar de 14 a 16 sueldos, manteniendo el 60% de gastos de representatividad, llegando así a los 300 mil pesos. Curiosamente, los otros funcionarios que se pretenden aumentar los sueldos son los delegados municipales. Si existe un símbolo del abandono y ausencia absoluta de gestión, ese símbolo son las localidades. Estos aumentos de sueldos de los delegados pueden superar el 50%, en un contexto donde un trabajador promedio, incluidos los municipales, no van a tener un aumento mucho más alto que el 20%.
El 2017 es un año de plebiscito, en el cual los lujanenses tenemos la oportunidad de mostrarle al gobierno de Luciani nuestro descontento por estos años de desidia. Este mensaje se tiene que materializar en las urnas y convertirse en el primer grito ciudadano para formar en el 2019 un gobierno que tenga verdadera vocación de poner a andar los sueños y las expectativas de todos, que no es más que poder vivir en un Luján mejor.
*Vicepresidente del PJ, periodista, dirigente de la organización «Peronismo Militante».