La obra pública no sirve para paliar otros déficits

La obra pública ha sido para todos los gobiernos objeto de publicidad cuyos destinatarios siempre son los vecinos. Los sucesivos gobiernos comunales han hecho del cumplimento de esos trabajos de infraestructura una herramienta de autopromoción, digna de monarcas o señores feudales. Pero: ¿Alcanza con mostrar que se están haciendo obras públicas en Luján?

Porque, con el advenimiento de la “alineación de planetas” de hace un año, donde el gobierno municipal comparte espacio político con el provincial y nacional, Luján asistió a varios procesos de licitación para la realización de obras de infraestructura. Distintos trabajos de mejoramiento vial en barrios, bloques de barrios y localidades, la construcción de desagües pluviales, la hechura a nueva de la calle San Roque, el agua corriente para el barrio La Loma y la más emblemática de los obras encaradas hasta ahora por el gobierno del Intendente Oscar Luciani: La repavimentación y ensanche a doble mano de la avenida Beschtedt.

En los inicios de esos trabajos, que comprenderán el tramo de Beschtedt entre Carlos Pellegrini y la autopista Buenos Aires a Los Andes, se dio un hecho inédito: Con la presencia del Intendente, funcionarios, concejales y miembros de la Cooperativa Eléctrica (Hay que celebrar que la cooperativa de nuestra pueblo haya ganado varias licitaciones de las antes mencionadas) se inauguraron los trabajos de esa obra, que van bastante rápido por otra parte.

¿Ayudará este cúmulo de obras, muchas de ellas importantes, a mejorar o mantener la imagen o valoración de los vecinos del gobierno de Oscar Luciani?

Se sabe que la figura del jefe comunal cuenta con un importante apoyo popular. No se pueden explicar los motivos. Alguna vez, al ser consultado sobre ese tema Luciani respondió que eso se debía a que “nunca cambié, sigo siendo el mismo que cuando era concejal o docente”. A las claras es un fenómeno que habrá que estudiar. Porque, por más esfuerzo que se ponga desde la oposición, no se logra esmerilar la popularidad del Intendente.

Pero en Luján hay muchos temas que luego de 5 años de gobierno no se han podido resolver. Por estos días el Hospital Municipal, más bien la salud pública, está al tope de las preocupaciones de los vecinos. Pero también la inseguridad, la ausencia del estado en varias cuestiones, y varios de temas pendientes de los cuales no se avizoran resultados ni proyectos.

La obras pública no sirve para paliar los déficits de la gestión de gobierno, que hace un año que asumió su segundo mandato. Pero es un comienzo. Un dirigente cercano al gobierno, señaló la semana que pasó por televisión que con los trabajos de infraestructura ejecutándose el gobierno podrá ocuparse de los otros temas.

Ojalá sea así.