El nuncio apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk, bendijo reliquias del beato Stefan Wincenty Frelichowski, entregadas a scouts polacos de la Argentina en una misa que presidió en la 113ª peregrinación anual de la comunidad polaca el santuario nacional de Nuestra Señora de Luján.
Stefan Frelichowski fue un joven polaco que formó parte de grupos scouts y mantuvo fuertes lazos con este movimiento luego de ordenarse sacerdote en 1937. Detenido por la Gestapo en 1939, estuvo en varios campos de concentración hasta ser enviado a fines de 1940 a Dachau, donde murió a los 32 años, el 23 de febrero de 1945, habiendo contraído tifus y neumonía al atender solícitamente a otros prisioneros. El papa San Juan Pablo II lo beatificó el 7 de junio de 1999 en Torun, Polonia, ciudad donde había sido vicario parroquial y capellán de los scouts.
Entre los concelebrantes de la misa estuvo el postulador de la causa de beatificación, el sacerdote polaco Slawomir Oder. En 2005, el papa Benedicto XVI le encomendó iniciar la causa de beatificación y canonización de su antecesor, el papa polaco San Juan Pablo II. Desde 2001 en adelante el padre Oder ha sido en la diócesis de Roma vicario judicial y presidente del Tribunal de Apelación.
Dos sobrinos del beato muerto en Dachau, Jola y Zygmunt Jackowski, trajeron de Polonia las reliquias para la familia scout de nuestro país. Jóvenes scouts de la comunidad polaca local participaron de la peregrinación y el día anterior habían compartido un campamento en Burzaco con scouts venidos especialmente al país para la ceremonia desde Polonia, Gran Bretaña, Lituania, Ucrania, Letonia, Bielorrusia, Estados Unidos y Canadá.
El padre Krzysztof Tyliszczak, capellán de la Asociación Polaca de Scoutismo y Guidismo de Gran Bretaña, entregó las reliquias al padre Jerzy Twaróg, capellán en la Argentina de la Zwiazek Harcerstwa Polskiego (ZHP, el scoutismo polaco en el país). Estaba presente el director de la Fundación Caritas Wincenty Frelichowski, Marek Rózycki, venido de Polonia.
También concelebraron la misa los padres Olaf Bochnak, rector de la Misión Católica Polaca en la Argentina, con sede en Martín Coronado; Krzysztof Domanski, de la iglesia polaca de Nuestra Señora de Guadalupe en Buenos Aires, y Jerzy Faliszek, que fue director nacional en la Argentina de las Obras Misionales Pontificias (OMP) (2017-2022).
Al principio, dio la bienvenida a todos el rector de la basílica de Luján, padre Lucas García. Asistió a la misa la embajadora de Polonia, Aleksandra Piatkowska, quien hizo la primera lectura.
En la homilía, el representante pontificio destacó su alegría al ver tantos jóvenes, a quienes invitó a imitar virtudes del beato Stefan. Glosó reflexiones de San Juan Pablo II, que lo llamó “un maestro de nobleza y un defensor de la paz y la reconciliación”. Al finalizar el nuncio invitó a todos a rezar juntos para pedir la intercesión ante Dios de Nuestra Señora de Luján, de San Juan Pablo II y del beato Stefan, patrono del scoutismo polaco.
Concluida la misa el ministro plenipotenciario de su país para los polacos en el extranjero, Jan Dziedziczak, se refirió al amor que sus connacionales tienen a la Madre de Dios, tanto en Luján como en Czestochowa. Sostenía en sus manos un icono de Nuestra Señora de Czestochowa, que obsequió al nuncio. Destacó los valores del beato padre Stefan, recordando los sufrimientos de la Segunda Guerra Mundial. Manifestó que hay que rezar mucho por la paz en el mundo y para que termine pronto la guerra en Ucrania, la agresión a ese país y su gente.
Los polacos llevan más de un siglo peregrinando al santuario de Luján, al que cada día acuden miles de personas de distintas nacionalidades, movilizados por la fe.