De parís a Buenos Aires, un lugar de encuentro, un sabor único.
Escribe Paul Newman.
El café Tortoni de París, es un lugar histórico fundado por el italiano Velloni, heladero de profesión. Su primer café-heladería, en el Boulevard des Italiens (Boulevard de los Italianos) esquina con la Rue Taitbout, a fines del siglo XVIII. Logra tener cuatro cafés en la ciudad. Sin embargo, por hacer malos negocios en 1800 el café pasa a manos de Tortoni, que hasta la actualidad sigue llevando su nombre.
En 1858 un inmigrante francés de apellido Touan abrió en Argentina un café, al cual lo nombró Café Tortoni, nombre que le dio por el café Tortoni de París, lugar donde se reunía la élite de la cultura parisina. El primer sitio donde se ubicó este mismo (en Argentina) fue en la esquina de Rivadavia y Esmeralda, en la actualidad funciona en Avenida de Mayo 825, ya es un clásico de Avenida de Mayo
En tal café funcionó la peña literaria de mayor predicamento de Buenos Aires, liderada por el pintor Benito Quinquela Martín, fundada en 1926 hasta su desaparición en 1943. La idea fue tomada de un viaje a Francia, con el objetivo de que amigos y colegas que no disponían de un espacio adecuado para reunirse lo puedan hacer. Esta peña había nacido en el café La Cosechera (calle Perú y Avenida de Mayo) y se trasladó luego a las mesas del Tortoni. En la actualidad sigue siendo un lugar de difusión cultural y turístico por excelencia.
Varias personalidades destacadas pasaron por allí, son el caso de: Alfonsina Storni, Conrado Nalé Roxlo, Roberto Arlt, José Ortega y Gasset, Jorge Luis Borges y Florencio Molina Campos. Las mesas vieron pasar figuras de la política como Lisandro de la Torre, Ernesto Palacio y Marcelo Torcuato de Alvear; figuras populares como Carlos Gardel, además de cantar dos veces en el café, fue durante un tiempo habitué del lugar. Solía ocupar –según testimonio de Enrique Cadícamo– la mesa del costado derecho junto a la ventana entrando por Rivadavia, donde podía reunirse con amigos sin ser abordado por sus admiradores. Juan Manuel Fangio y prestigiosas figuras internacionales como Albert Einstein y Federico García Lorca; y jefes de Estado como Juan Carlos de Borbón pasaron por el lugar.
Durante varios años, el programa de radio La venganza será terrible, conducido por Alejandro Dolina, se transmitió en vivo desde la bodega del Café Tortoni con presencia de público. Luego de la tragedia ocurrida en República Cromañón en diciembre de 2004, se decidió trasladar las transmisiones a un ambiente más amplio y seguro: el Hotel Bauen.
Actualmente el propietario del café es el Touring Club Argentino. La sala «La Bodega», en el subsuelo, es escenario de diferentes artistas de tango y jazz. En este último rubro, es destacable la permanencia de la Fénix Jazz Band, conjunto argentino de jazz tradicional que actúa todos los sábados, desde 1978.