Encabezados por el obispo, monseñor Ariel Torrado Mosconi, los fieles de la diócesis de Nueve de Julio participaron de la peregrinación anual diocesana a Luján, para pedirle a la Virgen por la unidad de la Patria.
Esa fue la súplica que, en nombre de la Iglesia particular, el obispo hizo a María durante la celebración eucarística, concelebrada por numerosos sacerdotes de la diócesis: «Que seamos una patria de hermanos».
Participaron de la actividad diáconos, seminaristas, consagradas y laicos provenientes de numerosas comunidades, que se congregaron a las 9 en el templo nacional para participar de la misa.
En la homilía, Monseñor Torrado Mosconi comenzó reflexionando sobre las lecturas correspondientes al domingo: “la sabiduría de Dios nos enseña a gustar el bien; y no se adquiere por clases, cursos o libros sino por el Espíritu que nos instruye desde dentro para saber amar y servir como María”, afirmó.
Luego añadió: “Esa sabiduría nos enseña a vivir intensamente el presente, evitando los pensamientos recurrentes que nos sumergen en las culpas del pasado o nos proyectan en los miedos del futuro”. Posteriormente se refirió a la radicalidad que implica el seguimiento de Cristo, que no admite componendas acomodaticias ni mediocridad. Para terminar, exhortó a: “vivir la fraternidad, como nos enseña San Pablo en la segunda lectura, superando todas las diferencias sociales, ideológicas o de cualquier otro tipo. Ya no hay esclavos, ni señores, somos todos hermanos”.
Al mediodía los peregrinos se reunieron en el Ateneo de la Acción Católica para compartir el almuerzo. En las primeras horas de la tarde estuvo expuesto el Santísimo Sacramento y la comunidad rezó el rosario. Luego de la bendición, al despedir a los peregrinos, el pastor diocesano expresó: “Damos gracias que superada la pandemia del Covid-19 hemos podido volver a la casa de nuestra Madre de Luján, pidamos ahora poder superar esta otra pandemia de la división y la discordia, para construir una patria de hermanos”.