El bombero pueblerino que dio batalla en Corrientes

Varela es la segunda persona, de derecha a izquierda.

De un momento a otro necesitaron su ayuda y él dijo que sí. Sergio Varela tiene 21 años, pertenece al Destacamento de Bomberos Voluntarios de Pueblo Nuevo y junto a cuatro compañeros más, luchó contra el fuego en Santo Tomé, provincia de Corrientes. “Sentimos tristeza, alegría y miedo. Fueron muchas sensaciones en poco tiempo” contó a Tribuna del Pueblo.

Con temperaturas muy altas y un clima sobrepasado de sequía, el 30 de enero todo cambió en la provincia ubicada en el noroeste argentino. El devastador fuego perjudicó cientos de actividades y no solo obligó a que muchas personas debieran abandonar sus tareas, sino que también tengan que brindar ayuda a los bomberos.

Cientos de hombres y mujeres viajaron hacia allí para prestar servicio. Entre ellos, estaba Varela y sus cuatro compañeros. Quién un 17 de febrero recibieron una propuesta y su semana cambió por completo. Viajaron hacia Corrientes, trabajaron día y noche durante 8 largos días. “Cuando dijeron que necesitaban apoyo sin pensarlo dije que iba. Llamé a mi papá y le dije -Pa, me voy a Corrientes”, dijo el joven bombero.

Dormían en un seminario de Santo Tomé y desde allí se dirigían a los focos de incendios para intentar controlarlo. A pesar de que están híper listos para este tipo de situaciones, ellos también sentían un poco de temor. “Sentimos miedo porque la mayoría no estamos acostumbrados a esa magnitud de incendios. Cada vez que me ponía en frente de un servicio trataba de pensar en positivo por más que haya visto cosas que me desanimaban” sostuvo Varela.

Sergio es el tercero, de izquierda a derecha.

Se trató de una semana que jamás olvidarán por varias cuestiones. Una de ellas es haber trabajado en lugares donde el fuego arrasaba con todo, otra por la bendita lluvia del 25 de febrero que ayudó a controlar todo y por último, las historias que quedan por contar.  “Cuando volvíamos para el comando sale una mujer haciendo señas y gritando que su marido no aparecía, que se había metido dentro de un campo a hacer un corte de fuego”, contó Sergio.

“El jefe de nuestra región, decidió ingresar con dos camionetas y nosotros nos quedamos afuera. Recibimos información que lo habían encontrado, que estaba bien y dicho jefe le fue a decir a la mujer. Se largó a llover 4 o 5 minutos. En ese momento la señora nos abraza como si nos conociera de toda la vida y de pasar de una angustia de no poder controlar algo, pasamos a dar una buena noticia” agregó.

Varela es la primera vez que tiene una experiencia de este tamaño. “Veía a mis compañeros trabajar y decía este es mi lugar, acá tengo que estar yo”, comentó. Él es bombero desde junio de 2019 y decidió serlo debido a una herencia familiar, su abuelo, su papá y su padrino prestaron servicio. Cuando terminó el secundario, quiso saber que pasaba después de salir corriendo porque una sirena sonaba. Quiso ayudar a las personas, y así fue.

Desde que llegaron a Corrientes hasta que volvieron, tuvieron el apoyo de vecinos, amigos, compañeros y familia. Todos con un mensaje de aliento, todos brindándoles el cariño que ellos necesitaban para poder seguir. A comparación de su labor, el amor de todo el mundo es lo mínimo que se merecen. Porque trabajan incansablemente por el prójimo, porque realizan tareas sin esperar algo a cambio, porque son los verdaderos héroes.