Mujeres del Ateneo Raúl Alfonsín.- Este 8 de marzo se conmemora, como todo los años, el Día Internacional de la Mujer, evocando la movilización de trabajadoras en Nueva York en 1857 y el asesinato de 129 mujeres en el incendio de una fábrica –también de Nueva York– en 1908, en ambos casos recamando por sus derechos laborales.
En esta jornada habrá muchos homenajes, en general a grandes mujeres, cuyos nombres son conocidos, y a quienes todos debemos agradecer su contribución al bien común.
Pero hoy, teniendo especialmente en cuenta el origen de esta fecha, nos parece necesario reivindicar a quienes todavía, anónimas, siguen sufriendo vulneraciones por su condición de mujer.
A quienes son asesinadas cada día, o gravemente lastimadas, víctimas de la violencia familiar.
A las mujeres víctimas de delitos sexuales, la mayoría de las veces ocurridos en el seno del hogar, y por lo tanto callados y dolorosamente reiterados cotidianamente.
A las trabajadoras que padecen discriminación en la búsqueda de empleo, o postergaciones y desigualdades frente a sus compañeros varones.
A las mujeres relegadas en las organizaciones políticas y sindicales, sin que les sean valoradas sus capacidades, su vocación de servicio y su dedicación.
En síntesis, a todas las que hoy, en pleno siglo XXI, todavía continuamos siendo postergadas, con nuestros derechos vulnerados, y necesitadas de seguir luchando por una plena igualdad.
Mujeres del Ateneo Raúl Alfonsín