En ocasión del Día del Catequista que se conmemora el sábado 21 de agosto, el arzobispo de Mercedes- Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, agradeció a los catequistas de esta jurisdicción eclesiástica y meditó a partir del capítulo 24 de San Lucas con la aparición de Jesús resucitado a sus discípulos en Emaús.
El arzobispo destacó el momento en el que Jesús les explicaba las Escrituras: “Ustedes son testigos de todo esto. El Señor nos abre la inteligencia para poder comprender el misterio de los misterios, su pascua, su muerte y su resurrección. Lo sabemos, lo hemos escuchado muchas veces y lo decimos. Pero aquí está el centro de una novedad, que es importante que se siga anunciando en todas las culturas, en todas las circunstancias”, aseguró a los catequistas.
“El Hijo de Dios murió, lo sepultaron, pero resucitó. La muerte no tiene la última palabra”, recordó y exhortó a “entusiasmarse con la Pascua”.
Monseñor Scheinig insistió en destacar que “la catequesis es un don. No es una obligación» y afirmó: «El espíritu nos ha enseñado algo nuevo. Esto no lo podemos aprender si no es por un don del espíritu”.
“Eso nos ha transformado y nos hace ver las cosas de otras maneras. Nos hace comprender que la vida tiene un sentido profundo. Que la muerte es un camino y por eso caminamos con esperanza”, animó.
“Queridos y queridas catequistas, es un tiempo para ser testigos de Jesús muerto y resucitado. Recuerden que esto es una gracia”, concluyó.