El arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, envió una carta a los fieles convocándolos a ponerse «en camino» para preparar los 400 años del milagro de Luján, en 2030.
«En el año 2030, se cumplirán 400 años del Milagro de Luján. Junto al Equipo Pastoral del Santuario, los convoco a que, como pueblo peregrino que somos, nos pongamos en camino hacia esa fecha y que juntos acordemos cómo deseamos transitarlo».
Además, llamó a tener en cuenta «dos fechas significativas y un acontecimiento eclesial muy importante»: En el año 2031 se cumplen los 500 años del acontecimiento de Guadalupe y en el año 2033, celebraremos los 2000 años de nuestra redención.
«Estamos en plena realización de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, en la que estaremos participando como santuario. Al mismo tiempo, el papa Francisco en su video-mensaje del 6 de mayo, nos dio tres orientaciones que considero necesario tener en cuenta. Nos decía: ‘Es un camino muy largo que pasa rápido, pero hay que hacerlo. Un camino de memoria de lo que la Virgen hizo allí, quiso quedarse allí. Un camino de memoria, de tantos años y años de peregrinaciones, de búsquedas, de milagros, de hijas e hijos que caminan a ver a la Madre. Que la memoria sea la guía de ustedes, porque una memoria fuerte garantiza un futuro seguro. Recuerden todo lo que la Virgen hizo en nuestra Patria. Déjense acompañar por Ella y acompáñenla en su camino'».
Al respecto, monseñor Scheinig afirmó: «Iniciamos un camino largo pero necesario. Y lo haremos juntos. Nosotros sabemos lo que significa peregrinar, somos un Pueblo que camina, que busca, que se da la mano, que se sostiene, que reza, que canta, que vive la alegría de caminar con otros. El desafío es imaginarnos entre todos cómo hacer el camino hacia el 2030».
«Un tiempo en clave sinodal, un caminar juntos, no solo para llegar a la fecha, sino para darnos el gusto de celebrar y vivir todo este tiempo como una verdadera peregrinación de hermanos».
En ese sentido, comunicó que «para hacer llegar sus propuestas, serán variados los canales de participación que estarán disponibles y que el Santuario irá comunicando».
En segundo lugar, destacó que es «un tiempo para hacer memoria»: «Luján es la ‘casa’ que la Madre del Señor eligió para quedarse. Necesitamos entonces hacer una memoria de su estar y de su caminar entre nosotros. Es primordial volver a los orígenes, al milagro, a los comienzos, a la fuente y descubrir lo que allí fue sucediendo junto a nuestro querido Negro Manuel y a los primeros habitantes de esta Villa», consideró. «Allí se fundó una manera de ser cristianos y católicos. Necesitamos redescubrirla».
«También es muy importante hacer memoria de las personas que como el padre Salvaire y tantas otras, dejaron una huella importante en la historia. Es fundamental que nos hablen los peregrinos y nos relaten las historias que los abuelos han vivido con la Virgen y que están en la tradición de nuestras familias», consideró.
«Debemos hacer memoria de ‘los milagros de la Virgen’, lo que Ella obró y realiza en tantas personas, en las familias, en las comunidades cristianas y en nuestros pueblos y barrios», agregó.
«Es tan rica la presencia de la Virgen de Luján en los rincones de la Patria, son tantas las imágenes que hay de ella, que debemos animarnos a recorrer los caminos que ella misma anduvo y animarnos a hacerlos con Ella, vamos en la búsqueda de la fe profunda de nuestro pueblo, de su experiencia cristiana y mariana y del sentido de la vida que Ella marcó».
«Tanto material nos ayudará a escuchar, recibir, acoger, contemplar, descubrir y aprender lo que el Espíritu del Señor viene diciéndonos por medio de María de Luján y de su pueblo».
Finalmente, afirmó que es «un tiempo para dejarnos acompañar por la Virgen y acompañarla en su camino». Al respecto, animó: «En esta peregrinación que estamos iniciando, necesitamos dejarnos acompañar por la Virgen. Por lo tanto, a modo personal o grupal, les propongo que tengamos muchos momentos de oración frente a una imagen suya. Con una velita encendida y en diálogo con nuestra Madre de Luján dejándonos guiar por Ella, podríamos preguntarle cómo desea que peregrinemos estos años y cómo debemos celebrarla».
«Entonces, todo lo que vaya surgiendo y vayamos proponiendo para hacer este camino será, de alguna manera, lo que la misma Virgencita de Luján nos inspire. En este tiempo también vamos a acompañarla en su camino. Por eso necesitamos estar atentos y descubrir por dónde Ella ya está caminando y así, rápidamente ir tras sus pasos para hacer lo que Ella nos indique, que seguro será: ‘hagan todo lo que Él les diga'».
«Y todo esto lo iremos compartiendo, celebrando, agradeciendo, cantando, rezando y pidiendo», aseguró.
«Queridas hermanas y queridos hermanos, estamos comenzando un tiempo que no dudo nos ayudará a renovarnos según el Espíritu del Señor y en compañía de nuestra Madre. Es como un largo y nuevo Pentecostés que nos ayudará a seguir convirtiéndonos de corazón a Dios y alcanzar una profunda renovación personal y eclesial y esto, seguro hará mucho bien a nuestra querida Patria», afirmó el prelado.