María Julia Santamaría vive en Jáuregui y contó a través de Facebook su historia: Nació en 1968 y cuando tenía 30 años se enteró que sus padres que pensó biológicos eran sus padres adoptivos. A partir de ese momento y con mínimos datos pudo reconstruir un relato con el que busca a su familia de sangre. María Julia dialogó con TRIBUNA DEL PUEBLO: “Mis papás (adoptivos) ya fallecieron. Estoy muy feliz con mi familia, porque así lo siento y lo sentí siempre. Sólo que en el medio está siempre esa incertidumbre de saber la verdad sobre mi identidad biológica”, destacó entre otras frases.
En los últimos días un posteo de María Julia Santamaría, vecina de Jáuregui, se viralizó en la red social Facebook:
«Hola, mi nombre es María Julia Santamaría, mi partida de nacimiento (que no es la real) figura en la Clínica San José de Jáuregui partido de Lujan Provincia de Buenos Aires y habría nacido según la partida el 20/03/68. Amo a mis padres adoptivos y hoy pude comprender su silencio, Pero siempre me da vueltas por la cabeza, el pensamiento… ¿mi Mamá biológica sabrá que existo?, ¿ella me habrá querido dar en adopción?, ¿le habrán dicho que morí en el parto? y mil cosas más… todas sin respuestas”, comienza el texto publicado.
Y continúa: “Mis padres adoptivos me contaron, que no quisieron conocer a mi mamá que cuando me tuvo tenía 15 años, supuestamente era italiana, porque mi supuesto abuelo era Cónsul Italiano en Argentina en el año 1968, año en que nací, bah eso creo… es el año que figura en mi partida de nacimiento. Para esa familia era un deshonor que su hija de quince años estuviera embarazada, por eso supongo que ellos decidieron darme en adopción una vez que naciera”.
Además, contó que “hace unos años envié un mail a la embajada Italiana pero nunca tuve respuesta, como es común en estos casos. Si alguien escuchó alguna vez esta historia, denme una pista, porque realmente pienso mucho en esa mujer, mi mama biológica. Me encantaría saber qué fue de su vida, si tengo más familia, o si simplemente se olvidó de aquello que ocurrió. Agradezco cualquier información que puedan aportar. Gracias por compartir».
Consultada por TRIBUNA DEL PUEBLO sobre los datos de la historia, María Julia destacó que “en realidad no sé, cuanto de verdad habrá en ésta, mi historia. Es lo que me conto mi mamá. Al menos eso es lo que a ellos les dijeron, aparentemente en el lugar de donde me trajeron”.
Tribuna del Pueblo: – ¿Cuándo se enteró de la situación?
María Julia – Hace 23 años. Tenía 30 años yo.
TdP: – ¿Y cómo fue que se enteró?
MJ: – Eso fue lo más loco o increíble. Cuando estaba embarazada de mi hijo menor que hoy tiene casi 23 años, estuve internada porque corría peligro el embarazo, en ese momento, en la clínica, con suero para retener el embarazo, me surge desde mi interior una sensación extraña y llega a mi mente este pensamiento, que pongo en palabras y hago esta pregunta: Yo soy Adoptada, ¿no? En la habitación se encontraban conmigo mi mamá y una amiga de mi infancia. Por supuesto mi mamá se quedó muda y mi amiga me respondió… “Nooo, María Julia ¡Cómo vas a ser adoptada!
Esa respuesta no me convenció. Pero todo quedó ahí. El embarazo llego a su término y esta duda, que aún nadie me aclaraba seguía rondando en mi mente y en mi corazón. Hasta que al tiempo, una mañana decidí ir a casa de mis padres y de mentira a verdad logré que me lo confirmaran. Ahí empezó mi agradecimiento para con ellos, para con el gesto que habían tenido, el de adoptar a una niña que no era de su sangre para darle el amor y el calor de una Familia.
En principio sólo pensé en darles más amor del que siempre les había dado a ellos, a mamá y a papá. Pero esta necesidad de conocer algo sobre mi historia biológica rondaba en mí hasta que me decidí con muchos miedos a comenzar a buscar, a conversar con mis padres a ver qué dato podrían aportarme. Pero siempre con el cuidado de no lastimarlos. Porque sabía que para ellos era un tema que los angustiaba, sobre todo por habérmelo ocultado durante tantos años.
Fueron años duros en nuestro país, donde pasaban muchas cosas muy tristes. No solo en la dictadura, antes también, en estos años, como lo es en el año en que nací 1968. A veces siento que puedo ser hija de desaparecidos, no sé por qué pero hace poco tiempo que tengo esa intuición. Pero bueno quién sabe, cómo saberlo, ¿No?
Tdp: Como bien dice el texto publicado en Facebook, no está enojada con su familia adoptiva.
MJ: ¡Claro que No! ¡Los amo! Mis papás ya fallecieron. Estoy muy feliz con mi familia, porque así lo siento ¡y lo sentí siempre! Sólo que en el medio está siempre esa incertidumbre de saber la verdad sobre mi identidad biológica. No es un tema menor. El que en muchos momentos me genera angustia, por lo que digo en el texto publicado. Pensar si esa mujer que me permitió llegar a este mundo, sabrá de mi existencia o le habrán dicho que esa bebé murió al nacer, como tantos de los casos que han aparecido en estos últimos años. Ya que en aquellas épocas la mayoría de las adopciones eran realizadas de forma ilegal.
TdP: – O sea que lo que usted busca es saber si su mamá biológica, vive, existe o alguien de esa familia. Y lo que usted quisiera es saber algo de ellos.
MJ: Si mi deseo seria saber mi verdadera identidad biológica. Cuando descubrí que era adoptada, primero no podía dejar de agradecer a mis padres que me hubieran adoptado y la posibilidad que me dieron de ser parte de una familia. Pero al tiempo comencé a sentir que se habían desmoronado los cimientos de mi identidad, es decir hasta los 30 años de mi vida pensé que era Julia Santamaría y de repente me encuentro que soy esa persona a partir del segundo día de vida, pero antes (durante el embarazo y nacimiento), tenía otra mamá y pertenecía a otra familia.
Es algo que aún hoy a mis 52 años me sigue pesando, el no saber nada, porque no hay demasiados datos, sólo esos que menciono en mi publicación que como te comenté al principio tampoco puedo saber si son los verdaderos. Porque todo, en esos casos de adopciones ilegales y donde había dinero de por medio, era un tanto misterioso y nadie hablaba más del tema.
TdP: – ¿Qué dice su familia adoptiva de esta situación? ¿Están de acuerdo con su búsqueda de la verdad?
MJ: – Mis padres no podían tener hijos. Y hacia más o menos entre nueve y diez años que estaban casados cuando por fin llegué yo a sus vidas. Y luego de mi llegada a casa, no sólo que mamá pudo quedar embarazada, ¡Sino que tuvo 3 hijos! ¡Así que tengo hoy 3 hermanos!
De mi familia, solo quedamos mis hermanos y yo. Ellos están de acuerdo con mi búsqueda si es lo que yo siento y deseo. ¡Me acompañan en todo! Como te decía al comienzo, amo a mi familia y estoy muy agradecida de tenerlos en mi vida. Y mis dos hijos, claramente me apoyan en mi búsqueda y son las dos personas que me acompañan incondicionalmente en todo lo que pueda ayudarme a esclarecer este tema, que saben la importancia que tiene para mí. ¡Mis dos hijos, son el motor de mi vida y mis dos grandes Maestros de Vida! ¡Son las dos personas que más Amo en este mundo!
TdP: – Que impactante tu historia.
MJ: – Fueron muy pocos los datos que pude obtener sólo esos que cuento en la historia publicada. Que como te digo quien sabe si es la historia real. Eso es lo que a ellos les dijeron en el lugar donde me fueron a buscar. Que tampoco supieron decirme dirección del mismo. Solo que fueron a buscarme a Capital. Pero nada más que eso.
Hoy puedo decirte que a veces me pesa, esto de no saber de dónde provengo y creo que es fundamental para cualquier ser humano conocer su identidad biológica.
Por muchos motivos y por momentos me siento con algo de angustia, no lo puedo negar. Pero sé que todo en la vida es como tiene que ser. Y si está dispuesto que tenga que encontrar mis orígenes se dará y si no, tendré que continuar mi vida con esta incertidumbre.