El domingo 25 de junio a partir de las 10, se realizará, en el predio de la estación de la localidad de Carlos Keen, la tradicional “Fiesta del Sol”.
La jornada incluirá una feria de artesanos, música y baile, un paseo gastronómico, destrezas ecuestres, un paseo en una autovía de 1930 y un cierre con la fogata de los deseos.
Además, se realizará por primera vez el concurso a “La mejor empanada”. Es por eso, que se convoca a todos los establecimientos gastronómicos de Carlos Keen a participar de este nuevo evento. Se premiará a la mejor receta, presentación y sabor de este típico plato.
Historia y raíces de la Fiesta del Sol
La “Fiesta del Sol” es una festividad en honor a la tierra y su relación con el sol, relacionada con los pueblos agrícolas indígenas.
En invierno es época de siembra el sol se ha alejado del hemisferio y la tierra se prepara para trabajar interiormente. Los frutos de la cosecha anterior ya han sido recogidos. Es el momento para seleccionar los mejores frutos, obtener sus semillas y volver a sembrar.
Los solsticios son los momentos del año en los que el Sol alcanza su mayor o menor altura aparente en el cielo, y la duración del día o de la noche son las máximas del año, respectivamente. Astronómicamente, los solsticios son los momentos en los que el Sol alcanza la máxima declinación norte (+23° 27’) o sur (-23° 27’) con respecto al ecuador terrestre.
El Sol, como hemos dicho, se ha alejado. Hay más frío y más escasez de todo. El Sol es la fuente de vida y de calor. Sin embargo, el ser humano observa fácilmente que el Sol retornará y la naturaleza volverá a mostrar su abundancia y esplendor. Esto se va transformando en una celebración y una ceremonia. El fuego es la representación del Sol, momentáneamente alejado. Es también el elemento transformador de todo: lo que era sólido lo transforma en líquido, lo líquido en vapor, lo denso se transforma en algo sutil.
En tiempos de los Incas esta celebración recibía el nombre de Inti Raymi
We tripantu o Wüñoy Tripantu es la celebración del año nuevo mapuche que se realiza en el solsticio de invierno austral (el día más corto del año en el hemisferio sur) entre el 21 y el 24 de junio.
Todos los años, el 23 de junio a las 12 de la noche, los más supersticiosos realizan varios rituales para aprovechar las energías mágicas de la noche de San Juan. Pero, ¿de dónde viene esta magia? Todo se relaciona con San Juan el Bautista y el solsticio del 21 de junio.
Los pueblos indígenas de América rinden culto a los dioses cósmicos: al Intiyaya, el Dios Sol; la Pachamama; la Killamama; la Luna: los Urcus; los cerros y montes y otros fenómenos naturales, agradeciéndoles por una rica cosecha.
En aquellos tiempos, los ancestros dedicaban sus oraciones y convocaban a toda la gente: niños, jóvenes y adultos a la ceremonia sagrada del baño ritual de purificación en los lagos, los ríos, cascadas, pocyos (vertientes) para cargar de energía y fortaleza. Con estos ritos, del 22 de junio al 2 de julio se da inicio con las bendiciones de yachactaita y realizan las ofrendas en agradecimiento al Intiyaya.
Las fiestas son por las cosechas, llenas de colorido en el Cantón Cotacachi, donde las comunidades indígenas realizan en el pueblo y su plaza central, un rito ancestral unido al ciclo agrícola. Aparte de ser una atracción cultural de profundo significado ritual para los indígenas, contiene un fuerte compromiso social.