Sin dudas la pandemia por Coronavirus afectó en muchos sectores y uno de ellos son los espacios en los que se desarrollan actividades físicas. Todos los gimnasios de la localidad se encuentran agotando sus recursos y es por eso que presentaron una carta al Intendente de la ciudad, Leonardo Boto, para una vuelta segura con sus debidos protocolos, pero ninguno de ellos recibe respuestas frente a esta crisis jamás vivida.
A modo de organización armaron un grupo de Whatsapp con dueños y profesores de gimnasios para hacer más fuerte sus reclamos. La cara visible a ello son: Laura Giordano, de The Best Gym Lujan; Juan Pablo Isasi, de Lekip; Emilio Pignataro, de Pignataro Group; Lorena Zirves, de Pilates Lore Zirves, y Eliana Telechera, de Power Gym, además de 30 dueños de espacios de entrenamiento y arte, aunque son alrededor de 70 los afectados por esta situación.
Son alrededor de unos 70 espacios y 800 personas, que se encuentran trabajando a medias de manera online, la única alternativa que encontraron, pero aseguran que el número de alumnas se redujo y en muchos casos se hace imposible la conexión porque hay gente que no es amiga de la tecnología.
“Lo que estábamos reclamando es la reapertura de los gimnasios cumpliendo con todos los protocolos vigentes de sanitizacion, seguridad e higiene” exclamó a TRIBUNA DEL PUEBLO, Eliana Telechea dueña de Power Gym en Forma. Prosiguió diciendo que incluso, ya tienen su propio protocolo. Uno estándar y aparte, uno más estricto para aquellas disciplinas que lo requieran.
Este pedido que consta de empezar con clases al aire libre el 20 de agosto y el 15 de septiembre dirigirse a los espacios, se realizó hace más o menos 20 días atrás y hasta el día de hoy, todavía no obtienen respuestas.
Otro punto a tener en cuenta, es que tampoco recibieron asistencia económica, ya que en estos cinco meses su único ingreso fue el de las clases online y que a veces no alcanza, porque los servicios y todo lo que conlleva un gimnasio se debe seguir pagando.
Es por eso, que al día de hoy ya son más de 10 gimnasios que debieron cerrar sus puertas y que ven difícil volver a abrirlas en algún momento. Pero la solidaridad de cada uno de los que componen este reclamo pudo más, y entre ellos se prestan los diferentes espacios para que esa persona que debió cerrar, pueda seguir trabajando.
Los profesores y dueños se encuentran a la espera de que aprueben su regreso. En él mientras tanto seguirán como vienen hasta ahora utilizando sus recursos para poder subsistir. Aún así, ya advirtieron que si no hay autoridades municipales que digan algo al respecto, la reapertura será inminente.