En el Centro Cultural y Turístico de Carlos Keen se proyectará, el sábado 27 de mayo a las 15, la película “El Ciudadano Ilustre”. La entrada es libre y gratuita.
El ciudadano ilustre es una película de comedia dramática argentina de 2016 dirigida por Gastón Duprat y Mariano Cohn, con guion de Andrés Duprat y protagonizada por Oscar Martínez.
El film cuenta la historia de Daniel Mantovani, un escritor argentino que vive en Europa desde hace más de tres décadas, consagrado mundialmente por haber obtenido el premio Nobel de literatura. Sus novelas se caracterizan por retratar la vida en Salas, un pequeño pueblo de Argentina en el que nació y al que no ha regresado desde que era un joven con aspiraciones de escritor.
Entre la numerosa correspondencia que recibe diariamente le llega una carta de la municipalidad de Salas en la que lo invitan a recibir el máximo reconocimiento del pueblo: la medalla de Ciudadano ilustre. Sorprendentemente, y a pesar de sus importantes obligaciones y compromisos, Daniel decide aceptar la propuesta y regresar de incógnito por unos pocos días a su pueblo.
El viaje tendrá para Daniel múltiples aristas: será el regreso triunfal al pueblo que lo vio nacer, un viaje al pasado en el que se reencontrará con viejos amigos, amores y paisajes de juventud, pero sobre todo será un viaje al corazón mismo de su literatura, a la fuente de sus creaciones e inspiración. Una vez allí, el escritor constatará tanto las afinidades que aún lo unen a Salas como las insalvables diferencias que lo transformarán rápidamente en un elemento extraño y perturbador para la vida del pueblo. La calidez pueblerina desaparece al mismo tiempo que las controversias se multiplican, llegando a un punto sin retorno que revela dos formas irreconciliables de ver el mundo.
El ciudadano ilustre pone en escena varios debates vivos en la Argentina y en el mundo. Uno de ellos es el rechazo a la mirada externa y crítica que representa el protagonista, un escritor exiliado hace décadas en Europa, frente a la defensa nacionalista de sus coterráneos. La vida apacible, la exaltación de lo propio y la mirada campechana son un estilo de vida aceptable en un pueblo de provincia, pero para este escritor cosmopolita suponen la negación de una sociedad a cualquier idea de progreso. A este conflicto se suma una suerte de herida abierta en el orgullo argentino por ser un país con grandes escritores pero sin un Nobel de literatura, tema que la película retoma saldando esa falta con el protagonista, que sí obtiene el galardón que se le negó a Jorge Luis Borges.
Daniel Mantovani encarnará, al mismo tiempo, la gran satisfacción y orgullo que supone para su pueblo natal tener una figura reconocida mundialmente, y el creciente rechazo que se irá desvelando a medida que sus habitantes, inicialmente fascinados con su visita, lo vayan conociendo un poco más. Como ha ocurrido con tantos artistas en relación a su pueblo, la fascinación mutará en desprecio a medida que vayan conociendo sus ideas y posiciones y, sobre todo, cuando se comience a difundir el contenido de sus novelas, que retratan críticamente la vida pueblerina de Salas, haciendo realidad la máxima de que «nadie es profeta en su tierra».