“Resulta bien conocido el reclamo histórico de asociaciones proteccionistas, defensores de animales y Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, en relación al cierre definitivo del Zoológico de Luján. Tampoco es novedosa la cantidad de denuncias por maltrato animal, hacinamiento y contacto directo del público con animales salvajes, algo que está prohibido por ley”, destacaron en una declaración pública.
El Interbloque conformado por Fernando Casset, Héctor Griffini, Alberto Trisciuzzi, Silvina Mendoza, Daniel Curci Castro, Dardo Sonnerberg, Alejandra Rosso, Marcela Manno, María de la Paz Elías y José Días Alfieri, manifestó que “Como concejales y representantes de nuestros vecinos, entendemos que es importante posicionarse respecto al funcionamiento del Zoo Luján y en nuestro caso, pedir a las autoridades pertinentes que mediante las áreas que correspondan, se lo reconvierta en un bioparque que preserve las especies animales y proponga utilizarlo como espacio ambiental socioeducativo”, añadieron.
“A pesar de las acciones legales que se han iniciado, nada ha cambiado y el reclamo por la clausura definitiva del Zoo Luján se renueva año a año. Es fundamental comprender que incluso más allá de la crueldad que conlleva el cautiverio para los animales que residen en el zoológico de nuestra ciudad, existe legislación nacional que regula la actividad de este tipo de establecimientos y que además tipifica al maltrato y crueldad animal como delito”, criticaron.
“El gran atractivo de Zoo Luján siempre fueron los leones. No por su excentricidad ni su pelaje, sino porque se permite ingresar a las jaulas donde están alojados, para alimentarlos y fotografiarse junto a ellos. Es un secreto a voces que esto es posible gracias a que los animales estarían bajo el efecto de sustancias narcóticas, ya que se trata de una especie salvaje. Debe tenerse en cuenta que la reglamentación de la Ley Nacional N° 12.238 prohíbe la alimentación o el contacto directo con animales salvajes. Además, establece que «los zoológicos serán directamente responsables de la seguridad de los animales, el público y el personal como así también de la infraestructura»”, sostuvieron.
“Por otro lado, la Ley Nacional N° 14.346, desde el año 1954 considera que son actos de maltrato y crueldad hacia los animales “no alimentar a los animales en cantidad y calidad suficiente”, “estimularlos con drogas sin perseguir fines terapéuticos”, y «causarles torturas o sufrimientos innecesarios». Para estas infracciones, prevé una pena de entre quince días y hasta un año de prisión para quienes cometan estos actos. Entonces: la legislación no es nueva, el reclamo ante los actos ilegales relacionados al maltrato animal que se cometen dentro del Zoo Luján tampoco es nuevo, así como el pedido de cierre definitivo”, indicaron.
Por lo tanto, desde el Interbloque Juntos por el Cambio sostuvieron “que es urgente el cierre y reconversión del Zoológico de Luján. Las ciudades más modernas avanzan en la implementación de ecoparques con la premisa de generar espacios de concientización ambiental. El Ecoparque de la Ciudad de Buenos Aires (ex Zoo Buenos Aires) es el ejemplo más cercano, demostrando la necesidad de finalizar la explotación animal para devolverlos a sus hábitats naturales o santuarios, y así comenzar un proceso social de reorientación del concepto de la ecología y los ecosistemas en los que los seres vivos deberían desarrollarse”.
“Finalmente: teniendo en cuenta su ubicación geográfica, historia y atractivo turístico, Luján es una ciudad altamente apta para apostar a un proceso de reconversión del zoológico local, enviando a los animales del Zoo Luján a santuarios o reservas, y transformando el predio no solo en un pulmón verde sino también en un espacio dedicado a una educación ambiental que promueva la protección ecológica”, cerraron.