En el marco de su viaje a la Antártida a bordo del rompehielos ARA Almirante Irízar, la imagen de Nuestra Señora de Luján que acompañó a los soldados en la guerra de Malvinas visitó la Base Esperanza.
La imagen de Nuestra Señora de Luján que acompañó a los soldados en la guerra de Malvinas hizo su primer desembarco en el continente antártico, en el marco de la campaña 2019/2020 del rompehielos ARA Almirante Irízar.
Acompañada por el capellán castrense, presbítero Luis Scrinzi, y efectivos de las Fuerzas Armadas, la imagen de la Virgen partió el 11 de enero desde el puerto de Ushuaia y luego de dos días de navegación, atravesó el Pasaje de Drake y el lunes 13 alcanzó su primer desembarco.
Tras dejar el bote que la trasladó desde el buque hasta la playa, la imagen de la Madre fue recibida por autoridades del Comando Conjunto Antártico (Cocoantar) que habían desembarcado anticipadamente, el Jefe de la Base Esperanza junto con su familia, suboficiales y corresponsales que están cubriendo la Campaña Antártica. Luego del saludo, fue trasladada en un vehículo hasta la capilla San Francisco de Asís.
Se trata de la imagen que acompañó a los soldados argentinos durante el conflicto en las islas Malvinas, y que luego de 37 años en el Reino Unido regresó a la Argentina en 2019 gracias a la gestión conjunta del obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, y su par inglés, monseñor Paul James Mason.
La imagen de la Virgen alcanzó la costa del continente blanco en el interior de un contenedor especialmente confeccionado por el sargento Germán Trujillo, de la Gendarmería Nacional Argentina, carpintero que elaboró el dispositivo, preparado especialmente para que la imagen sea preservada de la ajetreada navegación y las exigencias de estar en el mar, protegiéndola en desembarques y embarques tanto por mar como por aire, para que pueda llegar a todos los rincones de la Patria.