El viernes 26 de octubre, en la Cámara de Diputados de la Nación, y luego de 17 horas de maratónica sesión, se aprobó por 138 a 103 votos la Ley de Presupuesto Nacional. Ahora pasa a la Cámara Alta para su aprobación definitiva o su vuelta a la cámara de origen.
«Para qué querés el presupuesto si después no lo cumplen. O te olvidás que el año pasado dijeron que la inflación para este año iba a ser del 12%«. Así resumió un amigo al pedirle opinión sobre este tema. Aun así, esta ley es clave por los posicionamientos políticos. Recorrer las intervenciones de cada diputado, de cada diputada representantes del pueblo, es tener la posibilidad de comprender cómo está compuesta nuestra sociedad. Desde ahí que se imponen acciones culturales, artísticas, educativas que permitan revisar nuestras conceptualizaciones acerca de la democracia y nuestras prácticas ciudadanas.
La honestidad informativa se hace imprescindible para saber lo que está pasando en el mundo y que nuestro país es partícipe necesario para esa conformación. Procesos políticos económicos globales actúan en nuestras comunidades. No somos originales ni únicos.
La denuncia realizada en plena sesión por parte del diputado Leopoldo Moreau es clave para configurar esto que estamos formulando.
«Esta represión fue provocada por el gobierno. No era solo porque vallaron el parlamento. Pusieron en la calle grupo de provocadores. (…) Este señor que estaba provocando desmanes con seis vestidos igual, tapados y con capucha. ¿Quién es este señor? Este señor es el sargento Héctor Olivera promoción 189 de la Policía Federal traspasado a la Policía de la Ciudad que actualmente presta servicios en los grupos civiles que salen a la calle del cuartel de Chacarita de la Policía de la Ciudad.(…) No hay ninguna duda que los incidentes del día de hoy fueron provocados por el gobierno que tiene afecto a la violencia institucional».
¿Cómo seguir después de esto? ¿Vamos a seguir hablando de la deportación de venezolanos, paraguayos y turcos que cazaron en la represión? Hay muchas más imágenes claras de la infiltración para armar la escena de este neo-libera-abismo que está actuando en tiempos que se esperan convulsionados.
Un presupuesto dibujado para cerrar el acuerdo con el FMI para una nueva ola de toma de deuda hizo que volviese a subir la cotización de la divisa, que no se renovaran el 10% de las Letras del Tesoro y que se inicie una nueva escalada hacia fin de año. Con el G20 en puertas y una militarización creciente en las calles y en los barrios (lo vemos en los operativos en Luján por parte de la Policía Federal y Gendarmería) se vislumbra que, como siempre, será la organización popular, firme y pacífica, la que proponga una salida lo menos traumática posible y que permita pensar una solución justa, libre y soberana.
