El 8 de marzo, Nosotras Paramos. Bajo esta consigna, en 2017 millones de mujeres hicieron la mayor huelga de género que se tenga registro. Y no solo fue ese año.
Diego Cirilli
Desde este lunes se empezó a organizar un nuevo paro de mujeres. Reivindicando la fecha del Día Internacional de la Mujer, querrán visibilizar la problemática urgente para resolver la desigualdad entre géneros.
Recordemos que en nuestra cultura patriarcal, lo que mata y envilece es la violencia machista. La violencia machista es aquella que se ejerce mediante toda acción, u omisión, dentro del marco de una relación desigual de poder, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como privado, afecta la vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, y por el hecho de ser o sentirte como una mujer. La violencia machista adopta diversos tipos:
- Física: Si produce daño, dolor o, riesgo de producirlo, en el cuerpo o cualquier otra forma de maltrato que afecte la integridad física de la mujer.
- Psicológica: Si causa daño emocional, si afecta la autoestima, perjudica o perturba el desarrollo personal, si busca degradar, controlar las acciones, las creencias y decisiones mediante la amenaza, el acoso, el hostigamiento, la humillación, la manipulación y el aislamiento.
- Sexual: Si vulnera en todas sus formas, con o sin acceso genital, el derecho a decidir voluntariamente sobre la vida sexual o reproductiva, mediante la amenaza, el uso de la fuerza o la intimidación.
- Económica y patrimonial: Si busca menoscabar los recursos económicos o patrimoniales mediante diversas acciones que incluya la pérdida de sus bienes hasta el control y limitación o control de sus ingresos.
- Simbólica: Si se naturaliza la subordinación de las mujeres en la sociedad, mediante la transmisión y reproducción de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos que promueven la dominación, desigualdad y discriminación.
Esta violencia machista, arraigada en lo cultural y hecha acción se ha cobrado cada vez más vidas. A pesar de las movilizaciones masivas, que se iniciaron a partir del 3 de junio de 2015 con la primera marcha de #NiUnaMenos, los femicidios no paran. El año pasado, aumentaron: una mujer fue asesinada cada 29 horas, de acuerdo con las estadísticas de los primeros 10 meses del año del Observatorio de Femicidios de La Casa del Encuentro: 245 mujeres asesinadas por el hecho de ser mujeres. Muchas de ellas eran madres y sus femicidios dejaron a 345 hijos e hijas huérfanos. En 9 años, se registró un total de 2384 femicidios, según la misma fuente, y 2968 personas, muchas de ellas menores de edad, quedaron sin madre.
En Luján, la convocatoria a la primera asamblea organizativa fue del Colectivo Lunáticas: “Nos convocamos todas nosotras, mujeres, lesbianas, trans, y cuerpos feminizados del mundo a propagar la insumisión. Nos convocamos en una medida de fuerza y un grito común para el próximo 8 de marzo de 2018: nosotras paramos”.
Y fue así como se encontraron en decidida sororidad y empezaron este camino, sabiéndose que no están solas. Que se tienen a ellas para lograr lo que buscan: «IGUALDAD».