Duro diagnóstico de especialistas: “La pobreza infantil pasó del 54% al 66% en el primer semestre 2024”

En el marco del 1° Encuentro Regional por los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, se llevó a cabo en la Universidad Nacional de Luján el panel de apertura titulado “El Rol de las Políticas de Cuidado para las Infancias, Adolescencias y Familias en el Sistema de Promoción y Protección de Derechos”.

En este espacio, la Mg. María Fabiana Carlis, la Dra. Julieta Grinberg, la Dra. Sonia Aiscar y el Dr. Gabriel Lerner abordaron las complejidades de las políticas públicas desde enfoques diversos.

Fabiana Carlis inauguró la discusión con una afirmación contundente: “No hay vida si no hay cuidado de la vida”. Desde esta premisa, explicó la necesidad de políticas públicas que contemplen los cuidados, subrayando que “la sociedad se cuida a través de los sujetos”. Su exposición reflexionó sobre la naturalización de las tareas de cuidado como una responsabilidad casi exclusiva de las mujeres, un peso que se distribuye de manera desigual entre familias, organizaciones y el propio Estado.

Existe una asociación entre mujer y tareas de cuidado que está presente en nuestro sentido común y en las prácticas cotidianas”, señaló. Retomando a autoras como Shahra Razavi, Carlis desarmó la idea del hogar como único núcleo de cuidado, enfatizando que estas responsabilidades también deben ser asumidas por el Estado, el mercado y la comunidad. En este sentido, destacó el impacto positivo de políticas públicas como la Asignación Universal por Hijo (AUH), que ha sido clave para cubrir necesidades básicas de muchas familias.

Por su parte, Sonia Aiscar invitó a los profesionales del sistema de protección de la niñez a reflexionar sobre sus propias prácticas. Basándose en su tesis doctoral, que investigó el sistema desde la perspectiva de niñas y niños que han recibido intervenciones, cuestionó la idea de que el sistema “restituye derechos”. “Hacer cesar una vulneración en un momento concreto no tiene nada que ver con restituir derechos si después el propio sistema termina vulnerando nuevos derechos”, afirmó. Aiscar subrayó la necesidad de revisar cómo se construyen las nociones de lo que es mejor para cada niño o niña, considerando que las decisiones tomadas por los profesionales pueden tener un impacto irreversible en sus vidas.

Julieta Grinberg, en tanto, advirtió sobre un discurso que infantiliza a los sectores más vulnerables, responsabilizándolos de su propia situación y desdibujando las estructuras de desigualdad que los atraviesan. Señaló que, aunque este discurso no es nuevo, en el contexto actual adquiere fuerza y legitimidad, reforzada incluso desde el propio Gobierno Nacional.

Para cerrar su intervención, expresó: “El sistema de protección integral se ha construido sobre prácticas y categorías que debemos analizar críticamente”.

Finalmente, Gabriel Lerner cerró el panel con un análisis sobre el impacto de las políticas actuales en los derechos de las infancias. Presentó cifras alarmantes: en el último semestre la pobreza en niñas y niños de 0 a 14 años pasó del 54,4% al 66,2%, mientras que la indigencia creció del 18,9% al 27%.

Frente a este escenario, Lerner instó a “rerepensar las intervenciones para que sean más colaborativas, a dar voz y protagonismo a los niños para escuchar sus necesidades, a acompañar a los gobiernos provinciales y municipales que están recogiendo el guante frente a la deserción del gobierno nacional en la protección de derechos y a volver a la lectura de la Convención sobre los Derechos del Niño”.