El cierre sufrido por la Universidad Nacional de Luján durante la dictadura, y la desaparición de integrantes de su comunidad, fueron los ejes del acto conmemorativo del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, que se realizó este lunes en la Sede Central de la UNLu.
En el inicio del encuentro, que se llevó a cabo en el Bosque de la Memoria, el rector Walter Panessi señaló que en este aniversario del golpe “enarbolamos nuestras históricas banderas de lucha, Nunca Más, Memoria, Verdad y Justicia, y agregamos fueron 30.000, fue un genocidio”.
Luego, se dio lectura a una Declaración de la Comisión Institucional para la Preservación de la Memoria Histórica de la UNLu, que recorre las circunstancias del inicio de la dictadura en la UNLu, las desapariciones, el cierre y la lucha por la reapertura.
En ese sentido, la declaración refiere también a la actual emergencia presupuestaria: “No debemos permitir que el Estado deje de invertir en Educación, sabemos que una universidad puede ser cerrada y que la lucha puede impedirlo”, afirma el texto, al que adhirió el Consejo Superior.
En la continuidad del acto, la docente Laura Gabucci contó que se pensaba restituir un lapacho amarillo (homenaje al desaparecido Raúl Aguirre) caído durante una tormenta pero advirtieron que, como una analogía de la vida que prosigue, de las raíces brotó una nueva planta.
Ricardo Aguirre, hermano de Raúl, también dio su testimonio: “Estoy acá porque debo tomar la posta”, explicó a los presentes y llamó a los más jóvenes “a comprometerse y defender la democracia”.
En el cierre del acto, Analía Gómez y Marisa Dorronzoro, integrantes de la Comisión de Familiares y Amigos de Detenidos Desaparecidos de Luján, resaltaron los lazos existentes entre esa organización y la Universidad.
Finalmente, leyeron los nombres de cada uno de los y las desaparecidos de Luján, a quienes sumaron a las víctimas de la Universidad. Ante la mención de cada uno de ellos, quienes participaron del encuentro respondieron con fuerza “¡Presente!”.