La ley ómnibus presentada por el gobierno de Javier Milei pone en juego todos los aspectos de la vida cultural del país. Serán días de alarma para la cultura. El gobierno pretende derogar la creación del Fondo Nacional de las Artes, la Ley Nacional del Teatro, eliminar el Instituto Nacional del Teatro (INT), quita de beneficios y elimicaión del Fondo Especial para las bibliotecas populares y eliminar la ley de Defensa de la Actividad Librera entre otros tantos recortes.
El proyecto de «Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos», enviado al Congreso de la Nación por el Poder Ejecutivo Nacional, impulsa derogar la creación del Fondo Nacional de las Artes (FNA), creado por el decreto-ley 1224 en 1958.
A lo largo de sus 63 años de historia, músicos, plásticos, cineastas, actores, fotógrafos, escritores, bailarines, artesanos, arquitectos y diseñadores encontraron en el Fondo un espacio de promoción a través de becas, préstamos o premios.
Otro punto es la propuesta de derogación de la Ley Nacional del Teatro (24.800), que data de 1997 y determina que la actividad teatral, «por su contribución al afianzamiento de la cultura», debe contar con «promoción y apoyo del Estado Nacional». De concretarse la derogación, quedaría eliminado el Instituto Nacional del Teatro (INT), organismo que organiza concursos, certámenes, muestras y festivales; otorga subsidios y becas a grupos, salas, artistas y eventos y estimula la conservación y creación de espacios, entre otras cosas. De este modo, el circuito independiente, tan prolífico en nuestro país, quedaría a la deriva.
A las bibliotecas populares la ley ómnibus les saca todos los «beneficios» presentes en la normativa vigente -Ley N° 23.351-, tales como las tarifas reducidas en servicios prestados por empresas del Estado o subvenciones para el mantenimiento de instalaciones. A su vez, se eliminaría el Fondo Especial para las bibliotecas populares, que surge de los juegos de sorteo e integra la mitad de los recursos con los que Conanip distribuye subsidios y desarrolla actividades.
También se propone la derogación de la Ley N° 25.542, de Defensa de la Actividad Librera, que establece un precio uniforme de venta al público de libros. Según la Cámara Argentina del Libro, esto pondría en riesgo la existencia de las pequeñas y medianas librerías, así como también el acceso a la lectura. «La ley protege la bibliodiversidad y su derogación haría colapsar a toda la cadena de valor del libro, sobre todo a los eslabones más débiles», advirtió la Fundación El Libro.
Además el paquete propone derogar otras tres leyes: la N° 24.905, que creó, en 1997, el Museo, Biblioteca y Archivo del Trabajo y Movimiento Obrero Argentino. La N° 14.800, de 1959, según la cual en el caso de demolición de una sala teatral el propietario tiene la obligación de construir una de características similares en el nuevo edificio.