Por el Dr. Edgardo Miller.
Las últimas elecciones generales mostraron la peor cara de la política nacional. Campañas sin propuestas, candidatos incoherentes, medios de comunicación en operaciones, periodistas ensobrados y el electorado mirando de reojo.
Javier Gerardo Milei, quien se convirtió en político-anti casta estrella, opacó y redujo a cenizas a multifacética, poli rubro Patricia Bullrich. El candidato de “Libertad Avanza”, centró sus ataques en la ex ministra de Alianza, recordando su pasado militante montonero. El melenudo la acuso de “poner bombas en jardines de infantes”. Bullrrich por su parte le respondió con sus habituales incoherencias, subiendo de tono la pelea. Para cualquier observador Milei y Bullrich tenían posiciones irreconciliables.
Los medios hegemónicos apostaron a la “Pato”, jugaron a fondo señalándola como la próxima presidente, Eduardo Feinmman, Johnny Viale, Luis Majul conductores de La Nación + fueron los más aplicados. Otro tanto ocurrió en TN (Todo Noticias).
A la par Sergio Massa hizo una campaña seria, con propuestas, muy sobrio y siempre acompañado por la gente. Massa mostro equilibrio. En los debates Massa fue el único que dio la talla como candidato a presidente.
Después de la PASO que vieron ganador a Milei, este declaro que le faltaban “sólo dos puntos para ganar en primera vuelta” y convertirse en el próximo mandatario.
El 22 de octubre, el voto favoreció a Massa que se impuso por 7 puntos sobre Milei, dejando en tercer lugar a Bullrich. En La Nación + no salían de su asombro, no encontraban explicaciones sobre el triunfo del ministro de economía, caras largas, desazón y temor a perder el empleo. Igual se la ingeniaron para comenzar a fogonear el apoyo del PRO a Libertad Avanza.
Mauricio Macri, el político con peor imagen negativa del país, salió de las sombras para convocar a Milei y “arreglar” el apoyo de Patricia Bullrich en el balotaje del 4 de noviembre. Se dice que hubo un carpetazo en ciernes como elemento de convicción para que “la piba” como la llama Moyano, aceptara el arreglo. El carpetazo estaría vinculado a la muerte de Santiago Maldonado.
Este acuerdo muestra la decadencia de un sector de la política, de la mediocridad, inmoralidad, de ganar como sea, dejando de lado la premisa de gobernar teniendo como objetivo “el bien común”. –
La agresividad de Javier Milei, sus demenciales propuestas alertaron a la sociedad que lentamente le va quitando el apoyo. Milei es un salto al vacío, y también a las persecuciones, a la venta de órganos, al arancelamiento de la educación, de la dolarización y a la reivindicación de la dictadura militar.
Macri no puede soportar estar fuera del juego, le pesa el rechazo del pueblo, y además le preocupan las causas penales en su contra.
Juntos por el cambio, antes Cambiemos, es la peor expresión política de estos cuarenta años de Democracia. Se puede decir mucho de los gobiernos que se sucedieron desde 1983, pero excepto el de Macri, ninguno desvirtuó tanto el sistema.
El pacto Milei & Bullrich, lo digo una vez más es antes que nada una inmoralidad, ya que ellos cambiaron de parecer rompiendo el “contrato social” con sus electores.
Asombra el nivel de bajeza de ambos, su falta de dignidad, nadie que se precie de honesto puede olvidar los terribles agravios que se cruzaron durante la campaña. Son personajes de una mala serie de televisión, son pseudo dirigentes que hicieron farándula en lugar de política. Milei no merece ser votado, él no representa ningún cambio, es el Bolsonaro local, sus ideas rayan con el fascismo, y las de su candidata a vicepresidente reivindican la más sangrientas de las dictaduras que se recuerde.
El pueblo el 4 de noviembre pondrá las cosas en su lugar. La gente ya no se deja engañar por los pseudo periodistas ensobrados y los medios en operaciones.