Colonia Montes de Oca: mejorar la calidad de vida y abrirla a la comunidad

Foto: Camila Godoy. (Télam)

La directora de la institución, Silvina Aguilar, explicó en diálogo con la Agencia Oficial de Noticias Télam que la colonia está «viviendo un proceso de transformación que apunta a superar el Modelo Asilar y a generar dispositivos que garanticen la dignidad y la autonomía de las personas que allí residen».

La Colonia Nacional Montes de Oca, especializada en personas con discapacidad intelectual, se encuentra en un proceso de «transformación» como parte de un plan estratégico que incluye la creación de un barrio inclusivo y la incorporación de propuestas abiertas a la comunidad, lo que da cuenta del «proceso de cambio en la concepción de la salud mental», contó la directora de la institución, Silvina Aguilar, durante una recorrida con Télam por el lugar.

El 1 de marzo, durante la apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso, el presidente Alberto Fernández ponderó la labor de Aguilar en la dirección de la Colonia Nacional Montes de Oca, una institución ubicada en la localidad de Torres, en el partido bonaerense de Luján, que aloja a 461 personas con discapacidades intelectuales y físicas.

Fernández manifestó que la colonia, dependiente del Ministerio de Salud, está «viviendo un proceso de transformación que apunta a superar el Modelo Asilar y a generar dispositivos que garanticen la dignidad y la autonomía de las personas que allí residen».

Aguilar recibió a Télam en el predio de 250 hectáreas que está rodeado de árboles, vegetación, huertas e imponentes viviendas -muchas construidas en el siglo pasado-, que si bien aún funcionan como pabellones de alojamiento, se encuentran en un proceso de «puesta en valor» como parte del plan estratégico iniciado en 2021.

«Este plan es un hecho histórico en el proceso de transformación de la colonia. Las obras son parte del proyecto y en este sentido las licitaciones para levantar paredes son lo más sencillo, pero después hay que empezar a cambiar la lógica de la colonia principalmente», aseguró la médica generalista graduada en la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Referente en la asistencia en salud integral y especializada en la atención de problemáticas de salud mental y discapacidad intelectual, la institución busca promover la implementación de la Ley de Salud Mental mediante tres ejes: «mejora de la calidad de vida, rehabilitación e inclusión social y apertura a la comunidad», explicó Aguilar.

Usuarias y usuarios de la Colonia Nacional Montes de Oca compartieron su emoción por el festejo de carnaval que se realizó el viernes pasado en la institución y se refirieron a las actividades que realizan, entre las que se encuentra «la huerta y los talleres», además de poder asistir a la escuela y los viajes a Mar del Plata.

En diálogo con Télam, y mientras conversaba con uno de los directivos, Edu, de 30 años, quien llegó a la institución cuando era niño, compartió su emoción por el carnaval en la colonia, para el que tenía preparado su traje varios días antes y que vistió en los festejos a pesar del calor.

El joven, que lucía un moderno corte de cabello «rapado a los costados», además contó que realiza actividades de huerta y dibujo, entre lo que destacó «las caricaturas» como su principal entretenimiento.

Por su parte, Hernán (31) remarcó la misma ansiedad por el carnaval, junto con la posibilidad de comenzar en pocos días la escuela primaria, a la que asisten varios de los usuarios.

Durante una recorrida por el predio Hernán contó que también trabaja en la huerta comunitaria, donde «cosecha plantines y verduras», y recibe un sueldo por su trabajo, que realiza de lunes a viernes de 8 a 14.

Al respecto, Silvina Aguilar, directora de la colonia, señaló que «el Estado y la institución les garantiza la cobertura de las necesidades básicas, como comida, vivienda, atención médica, medicación y apoyos, y el dinero que es suyo lo usan para sus compras».

Este dinero proviene de subsidios junto con el trabajo que realizan tanto en la huerta como en la cooperativa de reciclaje, lo que les permite ahorrar y hacer viajes, por ejemplo a Mar del Plata.

«Conocí el mar hace poco, no sabés lo que era, me tiraba en la arena y me quedaba así», expresó Hernán con una sonrisa y un gesto de satisfacción, como si estuvieran descansando en la playa.

Los residentes también cuentan con acompañantes terapéuticos que los acompañan a realizar sus compras, que en ocasiones son comunitarias, como cuando adquieren televisores o si organizan una fiesta o un asado, contó Aguilar.

Mientras tanto, dentro del grupo de mujeres que tomaba mate en la fachada del pabellón número cuatro, se encontraban Mabel, María del Carmen y Pato, quienes señalaron: «este sábado tenemos una fiestita», con motivo del carnaval.

«Nos gusta cocinar, hacemos bizcochuelos, pizzas y empanadas», dijo una de ellas.

Por otro lado, entre los usuarios que asisten a la escuela primaria de Torres se encuentra María del Carmen, quien interrumpió la escucha de la radio para destacar que ya está en quinto grado y «le va muy bien estudiando».

La mujer contó que lo que más le gustan son los viajes en familia a la costa, algo que, dijo, quisiera «repetir».

Plan estratégico: «Montes de Oca a la comunidad»

Fundada en 1915 como neuropsiquiátrico para albergar en principio «a niños y niñas», con la gestión del doctor Manuel Montes de Oca en 1967 pasó a denominarse colonia nacional para «brindar asistencia a las personas de todo el país que lo requieren y no cuentan con apoyo en su comunidad», aseguró.

«Pasaron 107 años con todos los vaivenes y diferentes políticas en torno a la salud mental y las personas con discapacidad» hasta el trazado del plan estratégico que comenzó en agosto del 2021, añadió.

La asistencia que brinda la institución está centrada en la atención de problemáticas de salud mental y discapacidad intelectual desde un abordaje interdisciplinario para personas que «hayan agotado previamente todos los esfuerzos para sostenerse en su comunidad de origen, ese es nuestro rol social también», sostuvo Aguilar.

El plan estratégico arrancó con «la mejora de los pabellones y la puesta en valor de las fachadas, que requirieron un tratamiento impermeabilizante y tuvimos que empezar ediliciamente a arreglarlas por dentro y por fuera», contó la directora.

A esto se suma uno de los ejes centrales del proyecto, la «despabellonización» de la institución donde aún residen usuarios y usuarias, para los que se busca culminar «próximamente» con su ubicación en dispositivos residenciales dentro de un «barrio inclusivo», y así poder abrir «Montes de Oca a la comunidad», detalló.

Al respecto, Ernesto Koop, psicólogo y director de coordinación asistencial de Montes de Oca, sostuvo que «frente a la voz de cierto poder hegemónico de la psiquiatría, que pretende que nada cambie, o los que pretenden que todo se cierre como si el Estado después pudiera estar ausente, hay una tercera línea que planteamos y es a la que apostamos en el plan estratégico».

«Las colonias siempre están orientadas a la optimización del recurso humano desde una lógica panóptica, en términos de (Michel) Foucault, donde con la menor cantidad de recursos humanos podés asistir a la mayor cantidad de gente», explicó el especialista.

En contraposición a este «modelo asilar», centrado en la minusvalía e incapacidad de las personas, Koop planteó la alternativa del «modelo polivalente» donde «las condiciones de vida son mejorables» y los pabellones en que se alojan los usuarios «sean escenario de otras cosas, ligadas a lo cultural, deportivo y recreativo, como museos y gimnasios»..

En este sentido, las obras y transformaciones planeadas en Montes de Oca implican una ampliación residencial y la construcción de gimnasios y espacios de recreación tanto para los residentes como para la comunidad de Torres y municipios cercanos.

«A la gente de Torres no le cuesta venir y participar. El 80% de las personas que trabajan en esta institución son de Torres. El pueblo se fundó detrás de la colonia», apuntó Aguilar.

Los usuarios y usuarias de la colonia se capacitan en el cultivo y el reciclaje junto con cooperativas laborales de la institución, lo que les permite ganar un sueldo y compartir sus conocimientos.

«Los recicladores también han pasado por el pueblo a explicar, por ejemplo, qué cuestiones tienen que separar y esto no es un detalle menor, porque ubica a una persona con una discapacidad intelectual como poseedora del un saber», señaló Koop.

Por este motivo, la directora remarcó que «no es menor haber cambiado el nombre de salud mental a llamarlo salud integral, las personas no somos un cuerpo y una mente; somos un todo e insistimos en este camino».

Actualmente, la institución está equipada con un Centro Interdisciplinario de Salud lntegral (CISI) y realiza tareas de docencia, investigación, rehabilitación e inclusión. Además, cuenta con guardia médica las 24 horas.

«Es una ciudad y todo el trabajo que se realiza es para que los usuarios vivan mejor», concluyó Aguilar.

La Colonia Nacional Montes de Oca envió un proyecto para ser renombrada «Hospital y Comunidad Doctor Ramón Carrillo» como parte de su proceso de transformación «en reconocimiento al gran sanitarista argentino que planteó como nadie que sin equidad e inclusión, no hay salud», dijo Silvina Aguilar, médica generalista y directora de la institución.

«Resulta muy complejo definir en pocas palabras las distintas prestaciones en salud y funciones sociales que cumple la institución. No se trata de un hospital de agudos, pero tampoco un hospital de rehabilitación», explicó Aguilar a Télam durante una recorrida por la institución.

Si bien aloja y trabaja en la inclusión de usuarios, «al mismo tiempo se abordan los cuadros agudos y se brinda atención desde un primer nivel, cada vez desde más disciplinas y diversificando asimismo nuestra población objetivo», añadió.

Por este motivo, la médica y directora remarcó que, frente a la diversidad de acciones llevadas a cabo, «nos pareció importante remarcar dos conceptos: el de hospital, en tanto pertenecemos al área de salud, y el de comunidad, en contraposición a un modelo asilar».

En tanto, remarcó que el renombre a Ramón Carrillo «es un reconocimiento al gran sanitarista argentino que planteó como nadie que sin equidad e inclusión, no hay salud».

Ramón Carrillo fue neurocirujano, neurobiólogo, médico sanitarista y el primer ministro de Salud de la Nación que egresó de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires en 1929, con Medalla de Honor.

Fue también profesor titular de la cátedra de Neurocirugía de la Facultad de Medicina, aunque abandonó su carrera de neurólogo para dedicarse al desarrollo de la medicina social (sanitarismo).