Más de 50 personas delegadas de la Pastoral Migratoria –conformada por la Pastoral del Mar, la Pastoral Aeroportuaria, Arcores y el Servicio Jesuita a Migrantes- participaron del Encuentro Nacional de la Pastoral de Migrantes e Itinerantes que, convocado por la Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes (CEMI), se realizó los días 1°, 2 y 3 de junio en Luján.
Animados por el lema del Papa Francisco para la 109ª Jornada Mundial del Migrante y Refugiado, “Libres de elegir si emigrar o quedarse”, e iluminados por el vivo testimonio de san Juan Bautista Scalabrini, padre de los migrantes, se vivieron jornadas en las que –destacaron- “se vivenciaron experiencias de servicio y compromiso hacia los migrantes más vulnerables”.
“Nos hemos sorprendido y admirado de las innumerables iniciativas que la Iglesia lleva adelante en esta Pastoral tan poco conocida”, valoraron en un mensaje final, y agradecieron “tantos testimonios de entrega generosa y de incansable trabajo, que nos hacen constatar lo valioso y necesario de estas semillas, que hacen crecer al Reino de Dios en nuestra Patria”.
Entre las realidades más salientes que interpelan el trabajo de esta pastoral específica, surgieron estas inquietudes:
– Nos preocupa la constante desaparición de las capillas en nuestros aeropuertos; esto afecta directamente a nuestra pastoral aeroportuaria.
– Nos preocupa la carencia de un techo digno para muchas familias migrantes. El tema del hábitat merece una respuesta pronta y concreta.
– Nos preocupa la creciente cantidad de víctimas de la trata, tráfico y explotación de personas. Los niños y las mujeres migrantes son las heridas que siguen doliendo en el cuerpo de nuestra sociedad.
– Nos preocupa el maltrato y la confrontación entre los mismos migrantes de un mismo barrio o ciudad.
– Nos preocupa la mala atención, el desinterés, el desprecio y la discriminación hacia muchos migrantes, por parte de algunas instituciones que deberían estar al servicio de ellos. CEMI
– Nos preocupa, desde la Pastoral del Mar, que a causa de la falta de control estatal se estén usurpando aguas territoriales para usufructo de grandes empresas, en detrimento de esta fuente laboral para las familias de pescadores que viven del mar.
“A partir de la doctrina que nos regala el Papa Francisco en estos diez años de su pontificado, y ante la alegría de la canonización de san Juan Bautista Scalabrini, reavivamos nuestro compromiso de seguir trabajando en favor de nuestros hermanos migrantes e itinerantes, rostros vivientes del Cristo Crucificado en el hoy de nuestra historia”, expresaron los participantes.